¿Quién es realmente Zidane?

Ser fiel a la idea que te has hecho de ti mismo puede ser motivo de sufrimiento, pero también puede convertirte en un capullo integral. Cuando eres un niño la concepción de ti mismo es directamente proporcional al reconocimiento de los demás. Y si eres un adolescente es muy fácil venirse arriba.

A mí me ocurrió con el fútbol y culpo a mis compañeros de clase de mis altas expectativas. Ellos eran los que me escogían de los primeros a la hora del patio. La cosa fue a más cuando me apunté a la TARR, la escuela de fútbol fundada por Torres, Asensi, Rexach y Rifé. 

Ahí seguí marcando goles como churros en la liga interna hasta que me federaron, me dieron la equipación del Catalonia y empecé a hacer el ridículo como si no hubiera mañana. 

De esos días, en los que fui el peor refuerzo de invierno de la competición, recuerdo especialmente dos momentos. El primero, el único gol que marqué. Lo más destacado fue que, con el portero vendido y toda la red para mí, tuve tanto miedo a fallar que entré hasta la portería con el balón.

Aquello no gustó a los padres de los otros niños y mucho menos a mi entrenador, que me recriminó no haber rematado de primeras. 

Desde luego no le faltaba razón, pero a mí aquello me sacó de quicio. Después de todo, había marcado mi primer puto gol en la mejor liga infantil de Catalunya.

Así que le recriminé que jugábamos al patadón, que eso no era fútbol, que así era imposible para talentos como yo. También me atreví a aconsejarle que me cambiara de posición, que dónde iba poniéndome de extremo. 

Tenía 13 años y él había sido portero del Barça, pero le dejé muy clara mi superioridad moral y me marqué un Rivaldo. 

-¿Y de qué quieres jugar?- me preguntó. 

-De mediapunta- le contesté. 

La frase que me dijo todavía hoy resuena en mi cabeza. "¿De mediapunta? ¡De mediometro vas a jugar tú, figura!”. 

Aún la uso con unas copas de más y me acuerdo de la escena cada vez que veo un jugador con el ‘10’ en la espalda. Normalmente sirve para darme cuenta de lo grande que me hubiera quedado ese dorsal.

Me ocurría mucho viendo a Zizou con Francia. Y lo he vuelto a pensar con el reportaje ‘Los misterios de Zidane’ (Movistar+). 

Había en su juego una elegancia y seguridad natural. Como si todo fluyera y le costara muy poco. También una mezcla de calle y fútbol académico. Pero sobre todo había misterio. 

¿Quién era realmente Zidane? ¿El tipo sereno que domaba el juego o el del impulso violento? El reportaje busca respuestas a las contradicciones del personaje. Pero solo rasca la superficie de su carácter y sus episodios más controvertidos en apenas 38 minutos.

Lo más disfrutable lo encontramos cuando ahonda en las etapas menos conocidas del francés. Cuando era un niño de barrio en La Castellane de Marsella. Cuando era Yaz y no Zizou. O cuando entrenó al Castilla.

'Los misterios de Zidane' (Movistar+) solo rasca la superficie de un personaje que Sergi Pàmies definió como un mito impenetrable

¿Quién se esconde detrás de esa coronilla? ¿Un tímido imperturbable o el del cabezazo a Materazzi? ¿Un tipo sin dobleces o un mito impenetrable como lo define Sergi Pàmies?

Puede que en realidad haya sido siempre las dos cosas. Puede que Foster Wallace tenga razón. “No tiene sentido hablar de luz y oscuridad, del bien y el mal, de apariencias y realidad; una cosa está dentro de la otra, una implica a la otra y conviven todo el rato en nuestras vidas”.  

NFL para todos los públicos

El fútbol americano ha sido para muchos un deporte que hemos seguida desde lejos. Desde tan lejos como para que la mayoría de periodistas deportivos de este país no dé su opinión.

Así que, sí, definitivamente tiene que ser un deporte que nos cae lejísimos. De ahí que tenga un valor especial que se publique un libro como ‘Momentos estelares de la NFL’. 

En primer lugar por el atrevimiento de la editorial Contra. Y después porque es un libro humilde en el mejor sentido de la palabra. Hasbani trata de ser accesible y estimular la curiosidad de los no iniciados.

Lo logra con un recopilatorio de grandes historias de la liga junto a un gran material gráfico que contribuye a su interés.