Opinión

Mbappé juega con el PSG y el Madrid

Kylian y Ethan Mbappé entrenando juntos

Kylian y Ethan Mbappé entrenando juntos / SPORT.es

Una mala conducta. Hay una imagen servida por los canales oficiales del PSG en la que se ve a Mbappé contándole algo a Neymar en el gimnasio. El vídeo no tiene voz, pero parece indicar que le dice: “Si me pagan, me voy”. Sea así o no, Mbappé está protagonizando un serial en el que él es el actor principal y PSG y Real Madrid tienen un rol de secundarios. Son los comparsas de su show, sus marionetas. Desde la capital de España se alimenta el culebrón de su fichaje año tras año, soñando en incorporar al jugador francés desde hace cinco veranos. Nunca había habido tanta insistencia por alguien que ha menospreciado tanto al Madrid. 

Mbappé, que ayer se subió al avión para hacer la pretemporada con su equipo, cumplirá su séptima temporada en el Parque de los Príncipes. Durante este tiempo, ha tenido a los mejores jugadores a su lado que le han permitido madurar, sabiendo lo que es un buen ejemplo (Ramos o Messi) o uno malo (Neymar o Icardi), en aprender lo que es un buen líder y uno malo. En todas las situaciones de partidos, Kylian ha demostrado ser un enorme jugador, un crack en mayúsculas pero, a sus 24 años, todavía no ha ganado ningún titulo internacional con su club. Y es significativo porque siempre ha estado rodeado de cracks y su voz siempre ha sido la más escuchada en el vestuario. Los mediocres resultados a nivel internacional son una demostración de que se trata de un gran jugador pero una mal líder, una condición que se demuestra año tras año en los juegos que lleva a cabo cada verano con el que “me voy o me quedo”. 

Mbappé juega tanto con el PSGcomo con el Madrid. Carece de la jerarquía para escribir su propio camino. Solo se recuerda algo parecido a ‘La decisión’ de Griezmann. Es una falta de respeto continúa al club que le paga y el que le quiere comprar. Uno podría decir que estamos en un escenario en el que hay muchos millones en juego. Es cierto. Pero todo jugador debe cuidar su imagen y la que transmite Mbappé es la de un niño mimado que maneja a los que tiene a su lado como títeres de sus intereses. Casi al nivel de Joao Felix.