La maldición de la Champions debe acabar

Lewandowski, con la nueva camiseta

Lewandowski, con la nueva camiseta / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La Champions es, desde hace demasiado tiempo, una competición maldita para el Barça. El pasado reciente está repleto de decepciones, fracasos y humillaciones. Juventus, Roma, Liverpool, Bayern y el desastre final de la pasada temporada, con la eliminación en la fase de grupos. Los ridículos europeos son la mejor ejemplificación de la decadencia del equipo. De conquistar el título en 2015 con Luis Enrique en el banquillo y el tridente Neymar-Luis Suárez-Messi batiendo récords de goles a tener que jugar (y, lamentablemente, perder también) la Europa League. En los últimos siete años (en los que el Madrid, por cierto, ha sido campeón en cuatro ocasiones) la trayectoria blaugrana en esta competición se ha convertido en un auténtico calvario.

Una pesadilla que ha acabado con la desintegración de una plantilla acomodada y que se ha cobrado la cabeza de hasta tres entrenadores (Valverde, Quique Setién y Koeman). La desesperación de los socios y aficiones culés era lógica. Hasta que la llegada de Laporta y la construcción de un nuevo proyecto han permitido recuperar parte del orgullo pisoteado. Xavi está trabajando a marchas forzadas para crear un equipo que, de verdad, sea competitivo y pueda aspirar a ganar otra vez la Champions. Un equipo que borre la triste imagen ofrecida en Europa a lo largo de estas desastrosas temporadas.

Pero no será nada fácil. Porque la Champions se inicia en menos de dos semanas con una fase de grupos que será muy complicada para el Barça. El hecho de haber caído en el bombo 2 por culpa de los pésimos resultados de los últimos años ha perjudicado gravemente a los blaugranas en el sorteo, que le ha emparejado con el terrorífico Bayern de Munich (con el morbo añadido del enfrentamiento de Lewandowski contra su ex equipo), el Inter de Milán y el Viktoria Pilsen. Sin duda, un temible ‘grupo de la muerte’. El objetivo de mínimos, para evitar una nueva vergüenza internacional, es clasificarse para los octavos de final.

Se presenta muy complejo el reto. Pero está claro que si el equipo rinde en función de las expectativas generadas durante estas primeras semanas de la temporada, hay que superar esta liguilla sí o sí. Nadie en el club visualiza otra posibilidad. Un KO prematuro sería destrozar todas las ilusiones suscitadas con las palancas financieras y los acertados y millonarios fichajes. El nuevo Barça de Laporta, de Xavi, de Pedri, de Ansu y de Lewandowski no puede fallar. No tiene permitido fallar.