Florentino Pérez gana la Champions de los despachos

Lineker dijo que el fútbol era aquel deporte en el que juegan once contra once pero siempre gana Alemania. En otro ámbito puede decirse que el mundo de los despachos es aquel donde todos conspiran contra todos pero siempre gana Florentino. La última sentencia de TAS es su último trofeo ganado en la competición que más domina, la de su influencia en la trastienda del fútbol. Esta vez la comparación deja una evidencia flagrante: los mismos abogados que no salvaron al Barça han conseguido, en dos casos muy parecidos, que por primera vez en la historia, el TAS desmienta a la FIFA. Otro logro en el currículum oficinista del presidente del Madrid, que está en racha: Cristiano acaba de ganar un dudoso Balón de Oro por criterios todavía desconocidos, sin que pueda explicarse, más allá de un penalti en la final de la Champions y su gesticulación en la Eurocopa, por qué es mejor jugador que el descomunal Messi del 2016. La reacción del entorno mediático madridista con la evasión fiscal de Cristiano no ha sido precisamente la misma que tuvieron con Messi, y no hay que ser muy agudo para reconocer en ello la influencia del todopoderoso presidente. Hoy mismo La Liga ha denunciado al Barça por unos insultos absolutamente reprobables contra el Espanyol, pero nada se sabe de Tebas cuando estas conductas se producen en el Bernabeu: ¿por qué será? Curiosamente, en el presunto caso de prostitutas en una fiesta que destapó Football Leaks, el presidente del Madrid fue consultado previamente a la publicación de la noticia para poder titular: “Florentino desmiente”, en un privilegio que no ha tenido nadie más en este caso. Sí, la mano que mece la cuna del fútbol español hace siempre la llamada precisa en el momento justo, y el resultado es que el Madrid consigue vivir protegido con un perenne e indestructible escudo antimisiles. Se puede discutir hasta qué punto es legítimo presionar a según quien, lo que no puede dudarse es que Florentino es hábil, se lo trabaja a diario, y tiene una espectacular red de influencia muy biern estructurada, que usa cada vez que es necesario. Por algo el presidente del Madrid es el merecido ganador, año tras año, de la Champions de los despachos. ¿Le bastará al Barça con Messi para neutralizar en el campo semejante potencial en los despachos?