La eterna búsqueda de un nuevo Larsson

El Barça busca delantero centro. Bueno, bonito y barato. Nada de un superstar para discutirle el puesto a Luis Suárez, sino un buen futbolista para cubrir cualquier contingencia no prevista en el guion. Se trata de una decisión que en el presente o a plazo inmediato es correcta pero que ya es más cuestionable si la miramos con perspectiva de futuro. En cualquier caso, es la realidad. Para ser el cuarto delantero del Barça hay que ser muy, pero que muy, bueno, pues dos de los tres titulares son los mejores del mundo. En principio, es carne de banquillo, que es de lo que se han cansado de ser jugadores como Bojan, Sandro, Pedro, pese a ser todo un internacional, Alexis, presumible figurón, Alcácer, Deulofeu, Munir... Todos, menos Larsson, aquel sueco veterano que tantas segundas partes desatascó en tiempos de Rijkaard. El sueño de encontrar a un nuevo Larsson ha sido largamente perseguido por los técnicos del Barça. No lo encontraron y por unas temporadas se ha desistido, pero ahora que Munir plantea un problema puntual, la solución vuelve a ser la fórmula Larsson. 

EL GRAN CANDIDATO

Bueno, bonito y barato... y que acepte un papel secundario. Me parece que ahora sí hay en el mercado un nuevo Larsson. Se trata de Fernando Llorente, sin protagonismo en el Tottenham y, por lo tanto, de presumible fácil salida. Llorente tiene la misma edad que tenía Larsson cuando llegó al Camp Nou, 33 años, y, detalle muy importante, debutó en el Athletic con 19 años precisamente de la mano de Valverde. Aquí cuadra todo: el perfil, las cuentas y el aval del entrenador, que ahora lo que quiere es rendimiento inmediato. Llorente, por otra parte, tiene unas características futbolísticas que le faltan a la plantilla: juego aéreo, buen remate y manejo con los pies, protege bien el balón de espaldas a la portería... otro tipo de fútbol para situaciones de urgencia, justo lo que se busca. No es por nada, pero Llorente ya le fue de perlas a Del Bosque en el Mundial de 2010, en el que la selección era un calco del estilo Barça. Bueno, bonito, barato... y contrastado. Los tiros van por ahí.