España jugó al ritmo de Eslovenia

Doncic, defendido por Claver en el último partido del Grupo C

Doncic, defendido por Claver en el último partido del Grupo C / AFP

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

DONCIC PUDO CON TODOS

Era la obsesión de la selección española. Scariolo planteó todo tipo de defensas y defensores, puede que demasiados minutos con la mixta, para limitar la actuación de Doncic. En buena medida sus planes tuvieron efecto, pero aparecieron otros jugadores eslovenos, que tomaron el relevo de su gran estrella, y acabaron decidiendo el partido. Cabe decir que el equipo español se contagió del ritmo alegre, y de intercambios de canastas, que tan bien dominan los eslovenos. Lanzar once tiros más de tres que de dos no es habitual entre los españoles. También fue decisivo en el resultado el dominio el control del rebote que tuvieron los de Doncic, que les permitió muchas segundas opciones en ataque y transiciones fáciles cuando capturaban el rebote defensivo. Todo e ir por delante durante gran parte del duelo, la selección ni supo, ni pudo, sacar una renta decisiva. Tampoco supieron los españoles aprovechar las tres rápidas faltas que cometió Doncic. Todo y que el esloveno se “escondió” en defensa y no arriesgó nada, faltó ser más contundentes a la hora de atacarlo de manera constante. Doncic se dedicó durante gran parte del encuentro a jugar 1x1 o 2x2 para buscar, viendo que le hacían siempre un 2x1, una asistencia al compañero que estaba desmarcado. Jugó de manera muy inteligente, fue el máximo reboteador defensivo del partido, y en ningún momento se descentró ante la agresiva defensa española.

MAYOR EQUIBRIO EN EL JUEGO ESLOVENO

Sin duda, Ricky está siendo el mejor jugador de la selección. También ante Eslovenia Rudy y Abalde estuvieron muy efectivos desde el triple. Pero volvió a faltar consistencia, y dureza, en el juego interior. Marc Gasol hizo un buen partido, creo que debió jugar más, pero poca cosa más por dentro. Su hermano Pau estuvo impotente cerca del aro y tuvo que salir al triple para anotar. Ante esta limitada actuación de los pívots españoles, Tobey se convirtió en amo y señor de la pintura, 16 puntos y 14 rebotes, con la puntual de ayuda de un contundente Dimec. Es un problema grave para Scariolo. Diría que debe ser su mayor quebradero de cabeza en estos momentos. A Eslovenia, como puede suceder con otros rivales a partir de los cuartos, no le costó en absoluto igualar la efectividad exterior española con los puntos de Doncic, Cancar, Blazic o Prepelic. I los eslovenos supieron decantar el duelo a partir de su omnipresencia en los rebotes y su efectivo juego interior. Tuvieron mayor equilibrio en sus ataques y más jugadores que aportaron al equipo. No obstante, el equipo español sigue siendo favorito a todo. Tienen un excelente espíritu colectivo y una gran calidad individual.