Este Barça necesita una victoria real

Xavi da indicaciones a Ferran, uno de sus intocables

Xavi da indicaciones a Ferran Torres / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça no ganará la Liga en el Bernabéu, pero puede perder todo el prestigio acumulado en los tres últimos meses. El título es imposible. La diferencia con el Madrid es demasiado grande (15 puntos, aunque hay pendiente el partido contra el Rayo) como para aspirar al ‘sorpasso’. Una victoria blaugrana permitiría retrasar el alirón blanco. Pero pensar en una remontada resulta demasiado optimista. De todas formas, hay que buscar ese triunfo. Con la máxima ambición y la máxima intensidad. Porque el proyecto que está construyendo Xavi necesita un golpe de efecto. Y qué mejor que ganar un clásico en territorio enemigo.

Este Barça que crece partido a partido y ya está en los cuartos de final de la Europa League (el sorteo de ayer deparó que el próximo rival sea el Eintracht de Frankfurt alemán) ha recuperado su esencia. Vuelve a ser ese Barça reconocible en su estilo. Apoyado en la magia de Pedri y la eficacia ofensiva de los fichajes invernales, la transformación desde inicios de este 2022 ha sido profunda. La evolución ha quedado claramente reflejada en los resultados. En la Liga ha sumado 23 de 27 puntos y ya es tercero. Y en la competición continental se encuentra a solo dos pasos de la final de Sevilla. Los objetivos de mínimos de esta temporada van camino de cumplirse. Pero falta ese punto de inflexión que sería derrotar al Madrid. Algo que, por cierto, hace más de tres años que no se produce. 

La decadencia del Barça en los últimos tiempos ha ido acompañada de dolorosas derrotas en la Champions, pero también en los clásicos. De hecho, hay que remontarse al 2 de marzo de 2019 para encontrar un triunfo blaugrana. Fue un 0-1 en el Bernabéu, con gol de Rakitic. Desde entonces, un empate y cinco derrotas consecutivas. La superioridad madridista ha sido abrumadora. Y ha llegado el momento de cambiar esta dinámica tan negativa. El Barça de Xavi está capacitado para volver a ganar al Madrid. Incluso diría que está preparado para hacerlo. Solo falta demostrarlo en el campo.

En la semifinal de la Supercopa de España sufrió una ‘dulce derrota’ en la prórroga que acabó con Laporta bajando al vestuario para felicitar a los futbolistas por la buena imagen ofrecida. El sentimiento del presidente era compartido por muchos culés: después de tantas humillaciones, el triunfo estuvo cerca. Muy cerca. Se compitió con el Madrid. Pero mañana no vale con una victoria moral. El Barça necesita una victoria real. El prestigio del nuevo proyecto está en juego.