Aprender a vivir como el nuevo Messi

En Italia ya lo han anunciado a toda portada

Ansu Fati ha conseguido tres goles con el primer equipo del Barcelona

Ansu Fati ha conseguido tres goles con el primer equipo del Barcelona / Valentí Enrich

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

En Italia ya lo han anunciado a toda portada. “El nuevo Messi castiga al Inter”, titulaba ayer Tuttosport. Y destaca un artículo de opinión: “San Siro consagra una nueva estrella”. El nombre de Ansu Fati no aparece sino en segundo plano, en letra pequeñita. No hacía falta más, la foto de Ansu lo dice todo: ya le conoce toda Europa. El fenómeno Ansu es imparable. ¿El nuevo Messi?, pues sí. En otros tiempos, los italianos hubieran ido por algo así como el “bambino de oro”, que allí son muy de bambinos. Pero estando Messi y jugando con Messi, la comparación es inevitable. Aquí, en el Barça y en el entorno barcelonista, no queremos prisas, deseamos protegerle de toda presión, pero en el fútbol global de nuestros días, con la necesidad que hay de añadir nuevos ídolos al negocio, es lógico que Ansu Fati haya de convivir con la etiqueta que ya le han colgado los italianos. Por cierto, no es mal sitio San Siro para consagrarse. Yo me lo tomaría como un halago, no como una presión. 

NATURALIDAD

Llegados a este punto, tranquilidad, que no cunda el pánico. Sinceramente, veo al chaval con la cabeza muy bien amueblada para aprender a vivir como el nuevo Messi. Hasta ahora, sus reacciones a todo lo que ha hecho, que es mucho, muy grande y en muy poco tiempo, no pueden ser más naturales. No hay señales de que se le suban los humos a la cabeza. Él juega a fútbol, que es lo que más le gusta y le hace feliz, y lo demás viene por añadidura. Destila su talento desde la humildad, que es la mejor manera de progresar y, lo más importante, es como lo hizo Messi a su edad... Otra vez Messi, sí, repito, es inevitable.

Son muchas coincidencias, edad, equipo, cantera y, para acabar de rematarlo, su relación con Leo a través del asesoramiento de su hermano, que es tanto como decir que quien le asesora es el propio crack. Creo que hay que tomarse esta comparación con naturalidad, ayudarle y comprenderle, en eso estamos todos con el mismísimo Messi al frente, pero tampoco es cuestión de tenerle encerrado en una urna, pues una protección desmesurada significaría alejarle de la deseada normalidad.