El Dakar y las nuevas tecnologías

El Dakar llega a su final y todos tienen ya la vista puesta en el 2024. Falta un año, si, pero el tiempo pasa tan rápido que esta carrera acapara la atención a todos aquellos que sueñan con ser parte de la misma. Ahora empieza una particular cuenta atrás con la intención de que sus propósitos de aventura se cumplan.

Después del abandono de Stéphane Peterhansel y Carlos Sainz, el potencial de Audi quedó lastrado y hoy nos queda la duda de si en una carrera normal, sin tantos sobresaltos, hubiesen sido capaces de luchar por la victoria con Nasser Al-Attiyah. Ganaron el prólogo (Ekström) y la primera etapa (Sainz), pero el hecho es que el catarí, por segundo año consecutivo, sentenció la carrera en la segunda especial.

La batalla entre dos tecnologías tan diferentes como los motores de combustión (Toyota, BRX y Mini) y los eléctricos (Audi) podía haber sido épica, pero la lucha se fue difuminando a medida que las adversidades crecían en el equipo alemán. La intervención de los comisarios FIA al final de la tercera etapa, dando 8 CV más de potencia al Audi RS Q e-trone E2, que se implantó en la quinta etapa por el ya célebre ‘Balance of Performance’, puso en evidencia que hay que trabajar mucho de cara al futuro para que todos partan en igualdad de condiciones. La normativa debe ser revisada. Potencia y peso tienen que ser objeto de un estudio estricto. Las chapuzas solo alimentan las polémicas y las inversiones de los fabricantes se hacen bajo una ley clara y ecuánime.

Uno se pregunta qué puede pasar ahora. Estoy convencido de que Audi cumplirá, como mínimo, el tercer año de programa deportivo al que se comprometió, pero también creo que los responsables de la marca alemana tienen que replantearse su estrategia. Al-Attiyah les ha vuelto a poner en evidencia. Todo está inventado. Los pilotos y el coche necesitan hacer kilómetros de test, seguro, pero sobre todo tienen que correr más carreras y presentarse al Dakar más rodados y con mejor ritmo de competición.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Audi ha abierto un camino interesante e impensable hace pocos años. Esta apuesta ha hecho que en Toyota también se planteen competir en el Dakar con motores que no sean de combustión. La dirección de la compañía tiene sobre la mesa un proyecto para correr en 2024 con un motor nuevo, pero a diferencia del de Audi no sería utilizando la energía eléctrica sino hidrógeno. Si el proyecto recibe la luz verde en los próximos meses podríamos entrar en una batalla tecnológica apasionante.

Por otro lado, el camión MAN de Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Jordi Ballbé se ha convertido este año en el primer vehículo de la historia del Dakar en competir alimentado con hidrógeno. La renuncia por parte de la FIA a crear la nueva división T5.U Hidrógeno les obligaba a utilizar gasóleo tradicional si querían competir en la categoría FIA T5 o a integrarse en un nuevo apartado, Challenge New Energy. Esta decisión, que hubo que tomarse antes de que empezara la prueba, ha motivado que durante el rally tomaran la salida de todas las etapas 15 minutos después del último participante.