Conchita Martínez, una medalla casi obligatoria

Hacía muchísimo tiempo que Conchita Martínez (Monzón 16/4/72) no pisaba la pista donde logró su primera medalla olímpica, la plata en dobles junto a Arantxa Sánchez Vicario en Barcelona 92. Tantos años sin regresar al escenario que la coronó le obligaron a tirar de memoria para recordar la ruta que tantas veces había recorrido para acceder a las instalaciones de La Taixonera. “No encontraba la entrada”, nos explica cuando llega bajo un calor sofocante. En su defensa hay que decir que no es nada fácil. 

Tras comentar lo deteriorada que está la pista central “qué pena”, nos dice con tristeza, revive aquel momento tan excepcional que celebró con solo 21 años:“Me trae unos recuerdos muy bonitos. Conseguí esta medalla de plata junto a Arantxa y es donde pude disfrutar de unos Juegos excepcionales arropada por toda la gente, la familia y las amistades”.

Arantxa y Conchita llegaron a la cita olímpica de Barcelona con mucha presión. Jugaban en casa, prácticamente se les exigían tres medallas, delante de sus familiares y amigos, pero ambas eran ya tenistas consagradas pese a su juventud. Conchita Martínez había ganado nada menos que once títulos antes de los Juegos así que lo de la presión era para ella casi ‘pecata minuta’: “La presión siempre existe pero como diría Billie Jean King, la presión es un privilegio. Si estás en una posición de poder hacerlo bien siempre va a haber un poco de presión, pero le tienes que dar la vuelta y ver lo positivo. Hacerlo lo mejor posible. Eso es lo que hice y con la recompensa de llevarme esa medalla de plata que es muy valiosa en mi palmarés”.

La final se escapó tras un partido que no pasará a la historia

La dupla española llegó a la final con gran autoridad tras vencer en cuartos a la pareja francesa formada por Isabelle Demongeot y Nathalie Tauziat por 6-2 y 6-4 con lo que se aseguraban la medalla de bronce, y en semifinales al dúo australiano Nicole Provis y Rachel McQuillan por un contundente 6-1 y 6-2. 

En la final esperaban las ‘Fernández’, Gigi y Mary Joe, defendiendo la bandera de Estados Unidos. Sin duda Arantxa y Conchita eran favoritas, pero aquel partido, si bien pasó a la historia por la medalla de plata española, no estará nunca en la de los mejores partidos. Las españolas no tuvieron el día y las estadounidenses, que llegaron con la ambición multiplicada por mil, se llevaron el oro trs dos horas y un minuto de partido y tres sets: 7-5, 2-6 y 6-2. En el momento fue una pena, siempre este sabor agridulce de perder una final, pero ya con la medalla en el cuello, el valor al premio fue máximo: “Los Juegos siempre son muy especiales, es algo diferente, pero al final es un torneo en el que hay un cuadro donde quieres llegar lo más lejos posible.Mi objetivo era intentar ganar el oro y si no, hacer el mejor torneo posible”.

Sorteo caprichoso en el individual

Conchita recuerda la mala suerte que tuvieron en el cuadro individual al coincidir con Arantxa en cuartos de final: “No tuvimos mucha suerte porque una de nosotras se quedaba sin medalla en individual y fui yo la que perdí ese partido, pero en dobles seguimos ganando y llegamos al final y nos colgamos la medalla de plata”.

La tenista aragonesa, para la que los de Barcelona fueron “unos Juegos muy especiales”, asegura que lo que más le emocionó fue cuando le colgaron la medalla, pero también revive un momento muy especial: “Me acuerdo que en medio del partido llegaron Sus Majestades los Reyes y eso fue muy especial”. Precisamente, al acabar la final, Mary Joe Fernández explicó que habían preparado ese momento porque esperaban que Arantxa y Conchita, con la presencia de los reyes, doblarían su motivación. Y así fue. Las estadounidenses estaban dominando a las españolas y éstas, tras la entrada de Juan Carlos I y la reina Sofía, ganaron seis juegos consecutivos llevando el partido a la tercera manga. No les alcanzó para ganar la final, pero sí para presentar una buena batalla en una pista con la grada entregada. 

El valor de las medallas olímpicas

Arantxa y Conchita tenían 21 años y, pese a que los Juegos Olímpicos no eran la prioridad del año con Grand Slams de por medio la realidad es que “llegamos con ganas de hacerlo bien, de ganar medallas para nuestro país”, comenta Conchita que reconce que la medalla de Barcelona no cambió su vida: “Es verdad que es algo muy importante, las medallas si que son muy reconocidas y es una gesta muy bonita. Sobre todo porque tienes a todo el país de tu lado animándote, no juegas individualmente para ti sino para el país. Es un equipo. Como una Copa Federación pero a lo grande”. 

Para Conchita que nunca se ha desvinculado del tenis siendo hoy en día la entrenadora de Garbiñe Muguruza, las medallas olímpicas “tienen un valor enorme. Son de los trofeos más queridos que tengo junto con Wimbledon, que para mí es lo más grande. Las medallas olímpicas vienen casi que después”, confiesa ‘Conchi’ cuando se cumplen 30 años desde que se colgó la primera, la más deseada, la de casa.

Una medalla que estaba en todas las quinielas

Pese a que eran jóvenes,se esperaba que Arantxa y Conchita lograran dos oros y una plata en los Juegos Olímpicos. El sorteo fue caprichoso en individuales y las enfrentó en cuartos de final, lo que descartaba una presea de entrada. Pero en dobles, era poco menos que obligatorio ganar. Venían de llegar a la final en Roland Garros y el convencimiento de la superioridad jugando en casa era absoluto. Se mostraron muy contundentes y saldaron sus compromisos antes de llegar a la final con mucha solvencia. El empuje de jugar en casa las llevó en volandas hasta el último trámite antes del oro. Pero en la las cosas no salieron como estaba previsto, no estuvieron cómodas en la pista frente a Mary Joe Fernández y Gigi Fernández, la dupla de Estados Unidos que se llevó el primer set por un ajustado 7-5. En pista había nervios, pero la llegada de los Reyes de España en las gradas dio alas a las tenistas españolas que ganaron seis juegos consecutivos para llevarse el segundo set por 6-4. Sin embargo, las ‘Fernández’ mostraron mejor tenis y consiguieron, tras vencer en la tercera y definitiva manga, arrebatar el oro a las españolas. 

¿Siguen siendo los de Barcelona los mejores JJ.OO. de la historia 30 años después?