Las grandes incógnitas sobre el futuro del VAR en España

La concesión del concurso del VAR desde la RFEF a Hawk Eye, y al margen de las posibles acciones legales a futuro desde MEDIAPRO, abre un escenario incierto acerca de la implantación de esta tecnología en nuestro fútbol, una vez parece claro que el convenio existente hasta ahora entre la RFEF y LaLiga sobre esta tecnología desde enero del 2018  que no va a continuar.

La primera gran pregunta es: ¿Quien va a pagar el acuerdo entre el nuevo proveedor y la RFEF? Hasta ahora esas cantidades las había asumido Laliga pero ahora mismo veremos qué sucede más cuando este dinero va a pasar a formar parte del convenio global que ahora mismo están negociando la RFEF y el CSD con la mediación del CSD.

Cantidades donde también hay que considerar cuestiones como el centro del VOR en Madrid, montado inicialmente por MEDIAPRO en coordinación con el CTA, y que ahora hay que adaptarlo a la tecnología de Hawk Eye. Es decir hay que volver a construirlo prácticamente de nuevo. Lo mismo sucede con los estadios de Primera y Segunda división para adaptarlos a la nueva realidad técnica.

Pero hay dos cuestiones que ahora mismo sitúan o dejan en el aire el VAR a partir de la próxima temporada, y especialmente en Segunda. Porque hay una cuestión clave en toda esta tecnología y se trata del traslado de la señal a los estadios a través de la fibra y desde los propios campos al centro del VOR en Las Rozas.

Se trata de un tema capital que no estaba incluido en el pliego del concurso presentado por la RFEF. Y no es un tema baladí porque estamos hablando de la fibra de TV que hasta ahora estaba prestando precisamente MEDIAPRO dentro de un acuerdo con la propia Liga. ¿Y que va a pasar ahora? ¿Quien va a asumir ese traslado de fibra que hasta ahora se venía haciendo a través del acuerdo que la empresa audiovisual venía desarrollando apoyándose en los distintos operadores de fibra en nuestro país.

La Liga ya le ha hecho saber a la RFEF que es algo muy complejo y que ellos no le pueden ayudar por cuanto hasta ahora se estaba haciendo con un contrato de alquiler con la propia MEDIAPRO. ¿Va a estar dispuesta la empresa audiovisual española de prestar este servicio a la RFEF después de ser excluido del concurso del proveedor, más cuando según ha publicado MEDIAPRO que su propuesta era un millón de euros más barata que la oferta final de Hawk Eye? Parece difícil ver este escenario teniendo en cuenta los últimos enfrentamientos entre el estamento federativo y la empresa catalana.

Este transporte de la señal es capital para que el VAR pueda funcionar. Aquí no es descartable que la RFEF decida ponerlo en manos de otra empresa, algo que de momento se desconoce.

Y también en este escenario entra la Segunda división. En SPORT fuimos los primeros en alertar que en su concurso presentado por la RFEF no se recogía como seguro la implantación de esta tecnología en la categoría de plata, sino que estaba condicionada a la decisión de la RFEF.

Y tiene su lógica porque, además de la propia problemática de la señal de tv que además en la Segunda división se agudiza aún más, falta saber si Hawk Eye va a llegar a tiempo para adaptar todos los estadios de Segunda división a su tecnología (equipamiento de las furgonetas presentes en los estadios, decoders y encoders necesarios para mandar la señal etc...). Algo complejo cuando apenas hay dos meses de margen para hacerlo. 

Y bajo este escenario incierto debemos sumar que seguirá siendo MEDIAPRO la encargada de realizar la señal de todos los partidos de Primera y Segunda división, y sobre la que tendrá que trabajar Hawk Eye a la hora de aplicar la tecnología.