La insólita petición de 'Sálvame' a la RAE antes de su final en Telecinco

Desde 'Sálvame' pretendían que la RAE oficializara algunos de los míticos términos acuñados en la historia del programa

Lydia Lozano fue la encargada de intentar cumplir la misión

Salvame RAE

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SPORT.es

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Esto es lago que hemos repetido muchas veces, pero no es para menos, ya que es todo un acontecimiento en la historia moderna de nuestra televisión. El próximo 23 de junio se cerrarán las puertas del plató de 'Sálvame', después de 14 años en Telecinco, por lo que los integrantes del programa no han parado de llevarlo de la mejor forma posible con distintos disparates y mucho más. De hecho, en este post os vamos a hablar de una de las últimas locas ideas que se les han ocurrido en el formato.

Concretamente, en el programa de ayer, los directores del programa enviaron a Lydia Lozano a la mismísima RAE con la intención de oficializar algunos de los míticos términos acuñados en sus 14 años de historia.

De este modo, 'Sálvame' empezaba en el día de ayer con sus presentadoras haciendo especial hincapié en cómo el lenguaje propio del programa ha calado en la sociedad española. Esta variedad de palabras viene, en gran parte, por los múltiples eufemismos que se han tenido que ir ingeniando por eso de emitirse en horario protegido.

Por ejemplo, entre ellos, en estos 14 años hemos podido escuchar términos como "ir a la playa" en lugar de fumar, "bar de lucecitas" para referirse a locales de alterne o "agua con misterio" para no mencionar las bebidas alcohólicas.

Como veis, lo de ser ingeniosos nadie se lo puede negar. Por otro lado, estos también se han ido originando una buena variedad de expresiones o palabras como "hacer la croqueta", "chuminero", "pulpillo", "hijo de hospital" o "hasta luego Mari Carmen".

Con todo esto encima de la mesa, desde 'Sálvame' han querido acudir a la RAE para pedirle la inclusión de todo este lenguaje nuevo en el diccionario español. La encargada de hacérselo saber al mencionado organismo fue Lydia, que se dirigió a la sede de la RAE de la mano de un equipo del programa.

La periodista se plantaba en la puerta de la institución cultural, pero lamentablemente para ella nadie respondía ante su llamada, dándose de bruces contra la puerta.

A pesar de la negativa de la RAE de atender a la periodista, ella no estaba dispuesta a irse con las manos vacías, ya que decidió cruzar la calle para hablar con transeúntes y vecinos con el objetivo de conocer los horarios de la institución y, de paso, comprobar si el lenguaje propio de Sálvame estaba tan extendido entre los espectadores como ellos afirmaban.

Tras todo el empeño que puso la colaboradora del formato, consiguió hablar por teléfono con la RAE, llamada en la que le negaban la posibilidad de poder entrar en la sede, emplazándola únicamente a registrar cualquier petición formal a través de email o redes sociales.