Bayern, 0 - Real Madrid, 4

El Madrid humilla al Bayern y a Guardiola

No hubo épica. Y el Bayern no tuvo tampoco argumentos futbolísticos. La consecuencia, un repaso histórico del Real Madrid

Josep Capdevila

¿Recuerdan ustedes los partidos importantes del FC Barcelona con Pep Guardiola en el banquillo? La final de Roma, por ejemplo. Los jugadores salían al campo de tal manera que los primeros minutos parecía que no estuviesen ni el terreno de juego. Después, con el paso de los minutos, se rehacían y, normalmente, acababan ganando sus partidos.

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Champions League

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4
Alineaciones
Bayern de Munich
Lahm, Boateng, Dante, Alaba; Schweinsteiger, Kroos; Robben, Müller (Pizarro, m.73), Ribery (Götze, m.71); y Mandzukic (Javi Martínez, m.46)
Real Madrid
Iker Casillas, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Varane, m.75), Coentrao, Xabi Alonso, Modric, Di María (Casemiro, m.84), Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Isco, m.80).

Al Bayern, este martes, le pasó lo mismo. El único problema es que a los alemanes, lo que en ciclismo se llama "pájara" les duró mucho más. Eso y que delante tenía a un Real Madrid al que si ni le presionas, ni le molestas y le dejas todos los espacios libres del mundo, te mata. El Bayern salió entre sobreexcitado y asustado, una extraña combinación que acabó con sus opciones de poder remontar la eliminatoria. No fue el Bayern. Ni se le pareció. No llegó ni a ser una sombra de equipo. Nada de nada.

Al descanso se llegó con un 0-3 sorprendente para alguien que no hubiese visto los primeros 45 minutos. Pero no para los que estuviesen viendo el encuentro. Porque el Madrid había marcado tres goles como podía haber marcado cuatro, cinco o seis. Sin problemas. Los dos goles de Sergio Ramos en jugadas a balón parado, un saque de esquina y una falta, y el de Cristiano Ronaldo en una contra letal con la participación de la archiconocida BBC, hicieron aún poca justicia a los méritos de unos y de otros. Porque antes de que los alemanes chutaran por primera vez a portería (minuto 25, Ribery y el balón no fue ni entre los tres postes), Cristiano Ronaldo y Bale ya hubiesen podido abrir el marcador. Y, posteriormente, el mismo Cristiano tuvo otras dos ocasiones para humillar aún más a un desconcertado Bayern.

En el descanso, con todo perdido, Pep Guardiola dejó en el vestuario a Mandzukic y dio entrada a Javi Martínez. El ex del Athletic se quedó formando defensa de tres con Dante y Boateng, Lahm y Alaba adelantaron sus posiciones y Muller quedó como falso nueve. El Bayern dominó más, el Real Madrid no salió con tanto peligro a la contra e incluso Casillas pudo empezar a tocar los primeros balones. Pero eso es muy poco para un equipo que aspiraba a mucho, pero que demostró que no está, por lo menos de momento, para entrar en los anales de la historia.

Entre Cristiano Ronaldo y Coentrao se hicieron un lío y ellos mismos evitaron un 0-4 que parecía claro. Y el Allianz Arena empezó a silbar a sus jugadores. El infierno era para el Bayern y no para el Real Madrid, como parecía a priori que tenía que ser. Ni los más optimistas en Madrid podían pensarse tener un partido tan plácido, ni los más pesimistas en Munich podían pronosticar que su equipo daría una imagen tan triste.

Y el 0-4 de Cristiano Ronaldo, lanzando una falta directa por debajo las piernas de la barrera y con Neuer haciendo la estatua fue la imagen perfecta para definir el partido hecho por unos y otros.

Pep Guardiola ha dicho siempre que lo único que le pedía a sus equipos es que fuesen competitivos. Y contra el Real Madrid, descaradamente en el partido de este martes, el Bayern no ha sido un equipo competitivo. Ni de lejos.