Lukaku, enésima víctima del racismo en Italia

Lukaku ya ejerce de neroazzurro

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SPORT.es

Bochornoso ‘déjà vu’ en el fútbol italiano. El racismo volvió a manchar la Serie A, en esta ocasión con el delantero del Inter Romelu Lukaku como víctima. Los hechos sucedieron este domingo con el Sardegna Arena como telón de fondo. Cuando el ariete belga se disponía a ejecutar un penalti que sería decisivo para la victoria ‘nerazzurra’, un sector de la afición del Cagliari le dirigió gritos simiescos.

El vergonzoso comportamiento de estos “hinchas” no impidió a Lukaku anotar la diana, que permitiría a los lombardos sumar tres puntos y mantener el pulso con la Juventus en lo alto de la tabla. Tras el gol, el delantero dirigió una mirada desafiante hacia la grada, ningún otro gesto. 

Reincidentes

Menos autocontrol ante los racistas mostró en el mismo escenario Moise Kean. El incidente sucedió el abril pasado y es por todos conocido. Después de haber recibido insultos durante todo el partido, el joven atacante marcó y no dudó en celebrarlo encarándose con la grada. Unos improperios también dirigidos a Blaise Matuidi. 

Desgraciadamente, nada nuevo para el galo, que ya había denunciado insultos racistas en el mismo estadio apenas tres meses antes. No se trata de un fenómeno nuevo. En 2017, el centrocampista ghanés del Pescara Sulley Muntari abandonó de forma anticipada el Sardegna Stadium como protesta ante los cánticos ofensivos de la grada. 

Mano blanda

El problema es que tras estos episodios la secuencia siempre es parecida: los insultados denuncian, las instituciones condenan más o menos los hechos y las sanciones son ínfimas. El reciente caso de Kean se saldó con una multa debido al “reducido” número de hinchas implicados. Pero el racismo no es una lacra que afecte únicamente al Cagliari.

El propio Inter fue sancionado el curso pasado con dos partidos a puerta cerrada por los insultos recibidos por Kalidou Koulibaly y los altercados entre aficionados. Tampoco Italia monopoliza estas expresiones de odio, como recuerda el reciente caso de Pogba en Inglaterra. 

Ante esta tesitura, Lukaku pidió una respuesta contundente. “El futbol es un juego para disfrutar y no debemos aceptar ninguna forma de discriminación. Espero que todas las federaciones del mundo reaccionen con fuerza. Estamos en 2019, pero vamos hacia atrás”, exhortó.

Estas últimas demandas llegan en un momento de intenso debate en el mundo del fútbol. Sin ir más lejos, la FIFA alteró este verano sus normas permitiendo suspender o dar por perdido un duelo por incidentes racistas.