La maravillosa historia de Samper

Dicen que todos los caminos llevan a Roma. Pero en el Barça no es así. En un club en el que solo los elegidos tienen la suerte de llegar al primer equipo, el caso de Sergi Samper no resulta fácil de explicar. Más que nada, porque nunca antes había sucedido. La extrema competitividad que se vive en las categorías del conjunto azulgrana convierte cada verano en una criba difícil de pasar para los canteranos. El Barça busca siempre lo mejor y tiene capacidad para ir a buscarlo donde haga falta. Precisamente por este motivo es más meritorio lo que logrará Samper cuando firme su renovación: convertirse en el primer jugador de la historia del Barça con ficha del primer equipo después de haber pasado por todas y cada una de las etapas del fútbol base.

La hoja de ruta de Samper podría haber sido otra si, cuando tenía seis años, su abuelo Jordi no le hubiera gestionado una prueba en la escuela del Barça. Por aquel entonces, lo que le gustaba al pequeño Sergi era el tenis, deporte que, al igual que su hermano Jordi –actualmente tenista profesional-, practicaba por las tardes en el Club Tennis Barcino. Todavía con la raqueta en la mente, <strong>Samper</strong> pasó el corte y cambió el revés y los servicios por los rondos y los controles orientados.

El fútbol todavía no era un sueño, solo una actividad más para hacer deporte. Pero la cabeza del jugador fue cambiando a medida que quemaba etapas: benjamín, alevín…y cadete. Ahí, el fútbol deja de ser un juego. Lo supo Samper más que nadie cuando vio como dos de sus mejores amigos abandonaban el Barça para irse al Arsenal: Jon Toral y Héctor Bellerín decidieron comenzar una aventura en Inglaterra. La de Samper todavía estaba por llegar.

El centrocampista rechazó varias veces ofertas importantes para abandonar el Barça. Con la estadística en la mano, era más probable arrepentirse de la decisión que llegar al primer equipo. De hecho, los pocos que lo lograban no habían necesitado un camino tan largo. Pero Samper no desfalleció. Al contrario, apretó los dientes para seguir mejorando, primero en el juvenil y después en un filial que, por una razón o por otra, ha dejado de nutrir al primer equipo en la actualidad.

Tras tres años en el Barça ‘B’ y 15 escalando un puerto que parecía inacabable, el centrocampista verá recompensada su perseverancia en los próximos días. Firmará su renovación hasta 2020 y pasará a tener ficha del primer equipo. Pero su sueño no es ese, sino triunfar en el Camp Nou. Para ello, Samper todavía deberá superar un último repecho que se les atragantó a muchos. Da igual si lo sube corriendo, como Chris Froome, o esprintando. Sergi sabe, mejor que nadie, que lo importante es acabar coronándolo.