Las leyendas del United fueron más eficaces que las del Barça

Rivaldo deleitó a los aficionados con sus acciones

Rivaldo deleitó a los aficionados con sus acciones / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Ni los detalles técnicos de Ronaldinho ni la visión de juego de Mendieta ni la zurda de Rivaldo: no sirvieron para marcar ante los ex del Manchester United, que se llevó la victoria por 1-3 en el partido del reencuentro de las leyendas en el Camp Nou. 

El Barça, con José Mari Bakero como entrenador, dominó el partido y se adueñó del balón, buscando deleitar al público. El United fue mucho más prosaico y ganó el partido con tres goles en sus únicas llegadas al área rival.

El regreso de Ronaldinho al Camp Nou fue la nota más destacada de un partido que también sirvió para ver de nuevo a Rivaldo vestido con la camiseta blaugrana. Ambos, que nunca llegaron a jugar juntos en el Camp Nou, se convirtieron en el mejor argumento ofensivo del Barça.

Especialmente, Ronaldinho, que jugó el partido completo. El brasileño ya no está para grandes esfuerzos físicos, pero sus gestos técnicos merecen una entrada. No solo no ha perdido su sonrisa, sino que parece seguir disfrutando con el balón como lo hacía cuando era profesional. Por sus botas pasaron casi todas las jugadas de peligro del Barça. 

Sin embargo, el United se adelantó en el marcador en el minuto 13, cuando Blomqvist aprovechó un doble rechace para batir a Angoy. 

el tridente que nunca fue

Ronaldinho y Rivaldo jugaron juntos en la selección brasileña (este viernes se cumplen 15 años del Mundial que ganaron en Corea y Japón), pero no en el Barça. El partido de Legends sirvió para verlos juntos en el césped del Camp Nou, formando tridente con otro ilustre, Patrick Kluivert, uno de esos ex que mantiene su estampa de futbolista.  

El Barça fue incapaz de ver puerta: el equipo de los ex blaugrana dominó, tuvo la posesión y rondó la portería rival, pero apenas contó un par de ocasiones, una falta botada por Ronaldinho y un disparo cruzado de Giuly. También lo intentó Rivaldo, dueño de una zurda que sigue siendo oro puro, pero sin suerte de cara a gol. 

los detalles de 'ronnie'

El partido no tuvo demasiada historia más allá de algunos detalles técnicos: la mayoría llevaron la firma de Ronaldinho, como el caño de espaldas que le colocó a Blomqvist en el minuto 48 y que despertó un 'oh' general en toda la grada. 

Poco después, el Barça construyó una gran jugada en la frontal que acabó en los pies de Kluivert, pero con todo a favor, el holandés envió el balón por encima del larguero. 

Situado en la media punta, Ronaldinho comenzó a catalizar todo el juego del Barça. Sin necesidad de correr, el brasileño se dedicó a crear. Primero asistió a Ezquerro y luego a Rivaldo, jugadas de gol en ambos casos, pero anuladas por fuera de juego.Cuando tuvo que esprintar para recoger el pase de algún compañero o para superar rivales, le costó mucho más. El toque se mantiene, pero la explosividad es pasajera. 

La suerte no acompañó al Barça, que encajó el segundo gol en el minuto 56, tras un contragolpe de Park culminado por Poborky desde la frontal del área. El balón golpeó en Déhu antes de colarse en la red de Angoy.

ovación para rivaldo

Rivaldo estuvo a punto de marcar el que hubiera sido el gol del partido, un remate de rabona a la salida de Pilkington que se fue fuera por muy poco. El Camp Nou le premió con una ovación. No fue para menos. 

Toda la puntería que le faltó al Barça la tuvo el United, que marcó en sus únicas aproximaciones al área del Barça. Volvió a hacerlo Yorke a falta de un cuarto de hora para el final, con un gran disparo de media distancia tras una dejada de Webber. 

Déhu marca el gol del honor

En el último minuto del partido, el Barça logró maquillar el resultado. Kluivert asistió en la frontal a Déhu, que solo tuvo que driblar al meta del United para marcar a puerta vacía. 

El 1-3 no hizo justicia a lo que se vio en el campo. El Barça tuvo de todo menos eficacia: poco importa, en este tipo de partidos, porque el público se fue a casa satisfecho, encantado de recordar viejos tiempos. A veces conviene darse una vuelta por el pasado para valorar el presente.