¿Jugó Messi contra el Celta su último partido con el Barça?

No hay confirmación oficial al respecto, pero todo parece indicar que Leo Messi seguirá vinculado a la disciplina del FC Barcelona. Las señales que llegan desde su entorno parecen inequívocas, aunque el jugador está a la espera de escuchar la oferta de renovación (económica y deportiva) que le ponga sobre la mesa el presidente Joan Laporta.

Ha habido ya contactos entre las partes, pero la reunión definitiva sigue pendiente. El capitán, que cerró la decimoséptima temporada en el primer equipo el pasado domingo contra el Celta (1-2) y no jugará el último partido ante el Eibar por disponer de permiso, podría haber jugado su último partido como azulgrana, aunque el Barça trabaja para que siga aumentando unas cifras tan espectaculares como irrepetibles en el próximo ejercicio.

Messi debutó en octubre de 2004 de la mano del neerlandés Frank Rijkaard en un derbi celebrado en Montjuïc y ya es el jugador del FC Barcelona con más goles convertidos (672) –superó a César Rodríguez en 2012 en un partido contra el Granada– y el que más partidos se ha enfundado la elástica barcelonista en todos los tiempos (778) –superó a Xavi Hernández en marzo de 2021 contra la Real Sociedad–.

Igualmente, el actual capitán del Barça es el que más títulos ha cosechado (35), el que ha dado más asistencias en todas las competiciones (268), el que ha ganado más partidos (542) y el que mayor número de hat-tricks ha firmado (48).

Anuncie o no su continuidad en los próximos días, lo cierto es que con Leo Messi habrá un antes y un después en la historia del FC Barcelona. Desde su irrupción con 17 años, 3 meses y 22 días hasta el último partido que disputó, el del pasado domingo contra el Celta, que lo jugó con 33 años, 10 meses y 21 días, lo que ha hecho el rosarino con la camiseta barcelonista ha sido espectacular. Con él en el equipo, se ha sostenido una época histórica en juego y resultados que difícilmente podrá repetirse.

Grandeza

El gran mérito de Messi, además del talento para brillar con intensidad máxima, ha sido la evolución que ha experimentado el crack. Messi ha sabido reinventarse, mantener su ingenio y clarividencia para prolongar su carrera casi dos décadas minimizando los efectos colaterales propios del paso del tiempo. Su rol en el equipo ha tenido distintos capítulos, aunque siempre ha abanderado aspectos clave del juego, como los goles, las asistencias o los regates para desbordar, romper líneas y generar espacios.

Messi ha sido, y puede seguir siendo, un jugador clave. De hecho, figuras como la suya siempre serán determinantes sobre el césped porque integran esa rara estirpe de futbolistas capaces de construir de la nada, de gestar situaciones ventajosas con un toque, pase o desmarque. El FC Barcelona, que lleva un tiempo asimilando que el fútbol único del argentino no será eterno, también debe aprovechar sus últimos coletazos para empezar a construir una nueva etapa desde su singularidad.

Agradecimiento eterno

La afición azulgrana siempre estará en deuda con Messi. O debería estarlo. Es cierto que ha tenido compañeros de viaje irrepetibles como él, caso de Valdés, Puyol, Xavi, Busquets o Iniesta, por citar algunos referentes, pero bajo liderazgo se ha vivido una época dorada. El viejo sueño de jugar un fútbol vistoso y asociativo y ganar, y seguir ganando, se ha cumplido con creces. Y, como suele decirse, la realidad superó la ficción... Ahí están los números y las estadísticas para corroborarlo.

Es cierto que se podría haber ganado más, mucho más, pero también lo es que se podrían haber quedado coronas y laureles por el camino. En cualquier caso, la sensación es que la etapa de Messi en el Barça destila un áurea gloriosa, una época de felicidad y bienestar que el barcelonismo que la ha vivido nunca podrá olvidar.

Con el argentino, el Barça ganó tiempo al tiempo y concentró el éxito en unos años inolvidables. Pasó factura a etapas oscuras con brillantez y cobró recompensas que se habían negado.