Griezmann: llegar y besar el santo

Antoine Griezmann pasó de la decepción de empezar en el banquillo a la alegría de celebrar su primer gol como jugador del Barça en la Champions League. Las dos caras del talión con el mejor final posible para un futbolista que busca ganarse a la afición blaugrana y que por fin conectó con la gran estrella del equipo, Leo Messi.

La lesión de Dembélé le abrió las puertas del partido contra el Borussia Dortmund. Habría querido entrar en otras circunstancias que no fueran la mala fortuna de un compañero, pero el '17' blaugrana aprovechó la oportunidad y ejerció de talismán en cierta manera. Entró al campo con 0-0 y a partir de entonces, el equipo de Valverde empezó a encarrilar el triunfo con los goles de Suárez y Messi.

Situado en la misma banda izquierda en la que vivía Dembélé, Griezmann reclamó un penalti en la primera mitad que no apreció el árbitro Turpin. Tras el descanso, su salida fue fulgurante, En la primera conexión con su compañero Messi, en el primer minuto de la reanudación, el rosarino le envió un balón y solo el acierto del meta renano Burki evitó el gol.

El francés fue una pesadilla para Piszczek. Sobre todo, cuando le retó en una carrera por la banda tras un control orientado. 'Grizzi' se quejó de que el jugador del Borussia Dortmund le frenó en falta, pero Turpin volvió a decir que nones.

Y llegó el minuto 22 de la segunda parte. El momento en el que la conexión Messi-Griezmann tuvo final feliz. Servicio mágico del '10' con la izquierda y remate también con la zurda del galo, para establecer el momentáneo 3-0. Quinto gol de la temporada para Antoine y el primero en Europa, con un abrazo que puede cerrar el debate que se había abierto en todas las tertulias sobre la relación entre ambos. 

Un partido redondo para un futbolista que lo necesitaba. Y más, cuando pensaba que ni siquiera jugaría. Así es el fútbol.