Esperando (todavía) la mejor versión de De Jong

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De Jong debe tener más protagonismo en el juego colectivo del Barça / sport

Toni Frieros

Toni Frieros

Frenkie de Jong y el Barça, el Barça y Frenkie de Jong, tienen un problema. El holandés ha pasado de ser el director de juego del Ajax, el amo del balón, constructor y creador, a esperar desesperado el esférico. Este no es el De Jong que fichó el Barça, perdido en la selva de la zona ancha, sin espacios y sin aportar casi nada. Muy poco bagaje para un fichaje que había despertado tanta expectación... y del que tanto se espera. Su protagonismo en el equipo es muy pobre. Y eso no puede ser. Sin duda, le perjudica que Sergi Busquets sea el pivote titular.

Ante el Leganés, De Jong jugó como interior derecho. A veces se le veía parado, estático, como un espectador más, viendo cómo sus compañeros se pasaban unos a otros la pelota. En otras ocasiones, sí, desmarcándose, yendo a por el balón, intentando participar y buscando protagonismo. Nada que reprocharle en ese sentido. Implicado y positivo. Aseado en la conducción.

Su gran problema frente al Leganés ha sido que había tal número de jugadores en la medular, entre azulgranas y pepineros, que no había espacios para él. Y cuando tocaba la pelota, se le echaba encima el defensa Siovas. Es decir, jugó muy incómodo. Estar de espaldas a la portería rival esperando que le pasen el balón no es para él.

En el primer tiempo solamente se le pudo contabilizar una buena pared con Messi, mucho más activo que él, y una recuperación en defensa al robar una pelota a un delantero visitante. Eso sí, De Jong estuvo siempre muy bien posicionado y atento al partido, aunque eso sepa a poco.

Mejor en la segunda parte

Una demostración de lo que decimos lo pudimos ver al cuarto de hora de la reanudación. Después de dos balones perdidos, se hizo con el esférico en la zona medular cuando el Leganés estaba muy adelando. Con la pelota en los pies y espacio por delante, hizo lo que mejor sabe hacer: un pase al hueco para que Messi galopara y acabara haciendo el tercer gol. Poco después se atrevió a hacer algo que también se echa de menos en él: pisar área rival y disparar. Un tiro cruzado que salió fuera.

Seguramente muy poco bagaje para quien estaba llamado a ser (y aún puede serlo) un "fichaje estratégico". Salta a la vista que el actual sistema de juego del Barça le perjudica. No le queda más remedio que amoldarse e intentar tener más protagonismo y liderazgo en el juego azulgrana.