El director de marketing de la RFEF: "Ni de besos ni de declaraciones he hablado con nadie de la federación"

Rubén Rivera se desmarca del delito de coacciones que le atribuye el juez y a la pregunta concreta de si alguien de la federación le insistió para que hablase con Jenni Hermoso, respondió con un "por supuesto que no"

Rubén Rivera, director de marketing de la RFEF en la Audiencia Nacional.

Rubén Rivera, director de marketing de la RFEF en la Audiencia Nacional. / JOSÉ LUIS ROCA

J. G. Albalat / Ángeles Vázquez / Laia Bonals

"Yo es que ni de besos ni de declaraciones ni de comunicados he hablado con nadie de la federación", aseguró el director de marketing de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubén Rivera, en su declaración del pasado día 10 como imputado ante el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, instructor del caso Rubiales, por el beso que el expresidente de la RFEF dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial que ganó la selección española.

En la transcripción íntegra de su declaración ante el magistrado, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, del Grupo Prensa Ibérica, Rivera se desmarca del delito de coacciones que le atribuye el juez y a la pregunta concreta de si alguien de la federación le insistió para que hablase con Jenni Hermoso, respondió con un "por supuesto que no".

A continuación añadió: "La prueba más fehaciente que hay de eso es que la propia Jennifer Hermoso se dirige a mí en las horas posteriores a los brevísimos contactos que había tenido con ella. Se dirige a mí al día siguiente cuando se van de la isla (Ibiza) y así una tras otra, todas las jugadoras, dándome las gracias reconociendo el trabajo que había hecho."

El careo

Rivera, que vuelve a estar citado el próximo 30 de noviembre en la Audiencia Nacional para someterse a un careo con Ana Belén Ecube, amiga de Hermoso, para descartar discrepancias entre las declaraciones de ambos en sede judicial, aseguró que solo era "medio consciente" de la repercusión mediática que había tenido el beso. "Medio consciente le digo. Medio consciente. Porque le repito y se puede comprobar, estaba trabajando 20 o 22 horas al día, sin exagerar en muchísimas cosas".

Restó importancia a hablar con Jenni Hermoso y dijo no haberle dado "mayor trascendencia porque estaba ocupado en la seguridad de la Copa del Mundo", en las discotecas a las que irían las jugadoras y sus amigas, así como en cuidar al bebé de la hermana de una futbolista. Justificó el que se ofreciera a cargar el móvil de Hermoso y le comunicó que la intentara localizar el que era director de Integridad, Miguel García Caba, para su informe en relación a lo ocurrido durante la entrega de medallas, en que era "el empleado de la federación" que estaba en Ibiza con las jugadoras y hacía de "centralita". "El señor Rubiales no contacta conmigo en ningún momento", aseveró.

No obstante, negó que actuara con "insistencia" para lograr que Jenni hablara con García Caba y con el también imputado, el director de la selección española, Albert Luque. A preguntas de las partes admitió que este solo quería hablar con la jugadora que denunció el beso que le había dado Rubiales.

Aseguró que no habló con García Caba mientras le cargaba el móvil a Jenni Hermoso. "Eso es completamente incierto. A nadie en 5 minutos se le ha cargado un móvil como para funcionar (...) Pero además de eso, es que el señor Miguel García le llamó una vez y yo no volví a saber nada".