FC BARCELONA

Descubrimos la máquina de la verdad que deberán pasar los jugadores del FC Barcelona

Nadie hasta ahora del vestuario ha podido escapar a su control. Se trata del aparato más moderno de medición de masa corporal y distribución de grasa de la historia de la medicina. Y el Barcelona la tiene desde el 2012 

Esta es la máquina que mide el nivel de grasa corporal

Esta es la máquina que mide el nivel de grasa corporal / sport

Javier Miguel

Es una máquina que te saca hasta los sentimientos”. Así definió el entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique, durante la grabación del reportaje ‘Los hombres de Lucho’ a la máquina de desintometría de energía dual, más conocida en el mundillo como Dexa, y en el vestuario por la ‘máquina de la verdad’, capaz de sacarle los colores a más de uno.

¿Qué analiza esta máquina que produce tanto desasosiego en el vestuario? Pues básicamente determinar con una exactitud nunca vista hasta ahora tanto el índice de la masa corporal como la distribución de la grasa, que a la vez se divide en tres tipos, siendo la grasa visceral la más perseguida en la medicina deportiva al ser la que se acumula alrededor de los órganos.

La Dexa se ha convertido en una vieja conocida para los jugadores del primer equipo desde que Luis Enrique aterrizó en el banquillo blaugrana. El técnico, un obseso en la preparación física, estaba cansado de los métodos habituales de medición de la masa corporal –la báscula y las pinzas-, por lo que comprobó una máquina que estaba probando el club en la sección de baloncesto y que aportaba una serie de datos y estudios inéditos.

Lucho la incorporó rápidamente al primer equipo y los resultados no se hicieron esperar.

La ‘maquinita’ en cuestión se ha convertido en el mejor aliado para los servicios médicos a la hora de analizar el estado físico de los jugadores. La Deexa, que en principio se construyó para luchar contra la osteoporosis, se ha revelado como una ayuda imprescindible para el control y supervisión de los jugadores durante la temporada, así como también la prevención de las lesiones.

Los jugadores han de pasar mínimo una vez al mes por la Dexa. Lo hacen por orden de rotación y antes de los entrenamientos. El tiempo estimado para cada sesión es de quince a veinte minutos. A través de una técnica no invasiva de absorciometría por rayos X de energia dual se consigue un mapa digital de los tejidos: hueso, masa grasa y masa magra, además de calcular su densidad y contenido en minerales.

Es decir no solo controla el índice de masa corporal hasta el milímetro sino que es capaz de marcar la zona de grasa más redundante en un cuerpo y hasta prevenir una posible lesión ósea y muscular al constatar una serie de pautas que pueden acarrear un problema posterior.

“Esta máquina te desnuda”, reconoce un miembro del vestuario a la hora de hablar de la Dexa. Por cierto, quien se niega a pasar el día que le toca por el control de la máquina le espera una sanción de 200 euros la primera vez.

Ahora los jugadores se han acostumbrado al control de la Dexa y hasta se permiten hasta rivalizar para conocer quién tiene el índice de masa corporal más idóneo o quién se ha dejado un poco en los últimos días. Una rivalidad sin duda alguna sana para todos.

Esta mañana, nueve jugadores del primer equipo pasarán por una serie de controles rutinarios para controlar su estado físico. Evidentemente, no faltará la Dexa. 

Y es que el polígrafo del vestuario señalará quién ha hecho bondad durante las vacaciones y quién se ha pasado de listo entre dulces y helados.