Que Wout Van Aert es un superclase no hay ninguna duda. El ciclista belga es uno de los grandes nombres del pelotón internacional y su versatilidad para todo tipo de terrenos y disciplinas le lleva a ser, junto a Mathieu Van der Poel, uno de los favoritos de la afición.
El corredor del Jumbo Visma tiene un motor tremendo y pese a que algunos especulan con que una ligera pérdida de peso le vendría de maravilla, lo cierto es que el belga no parece muy preocupado con el tema.
Van Aert, que tras el aplazamiento de la Paris Roubaix, finalizaba el pasado domingo con una sexta posición en el Tour de Flandes, el bloque de carreras adoquinadas, afrontaba esta semana unos días de recuperación y descanso antes de abordar sus dos últimos objetivos de esta primera parte del año. (Flecha brabanzona y Amstel Gold Race)
Gran parte de los preparadores físicos de los equipos, aprovecharon el final del Tour de Flandes y de la temporada de adoquín para planificar un descanso más que merecido para los clasicomanos de las estructuras.
Corredores como Greg Van Avermaet, Oliver Naesen, Sep Vanmarcke o Alberto Bettiol bajaron su carga de entrenamiento, en vistas a terminar con alguna que otra carrera este primer bloque y empezar a preparar el segundo pico de forma de la temporada. La mayoría de ellos lo tendrán en vistas al Tour de Francia.
Pero a estas alturas admitir que Van Aert es un tipo diferente no debe sorprender a nadie. Un ciclista que gracias a su inmenso talento sale de la norma y que ya ha “aprovechado” esta pequeña relajación del calendario para salir a correr 3 días y doblar e incluso triplicar sesiones de entrenamiento.
Van Aert ha declarado en más de una ocasión que le encanta correr y que le viene muy bien para mantener un buen tono muscular y trabajar así también a través del entrenamiento cruzado para ciclistas.
Lo que si nos llamó un poco la atención fue su triple sesión del pasado día 9.
Van Aert repartió el día en 3 sesiones de entrenamiento. Desconocemos si fue por indicaciones de su preparador o bien por simple placer.
El caso es que ligeramente pasadas las 7 de la mañana Van Aert salía a correr 8,3 kilómetros, a un nada despreciable ritmo de 4:30 minutos el Kilómetro.
Posteriormente y tras desayunar, salió en bicicleta a recorrer 65 kilómetros totalmente llanos a más de 35km/h de velocidad media.
Es de suponer que después de comer y con los depósitos de combustible nuevamente cargados afrontó su tercera y última sesión. 2 horas y media de rodaje a 33 km/h de media.
Un día completo, para un ciclista único. Todas sus actividades están disponibles en su perfil personal de Strava.
