Inicio Noticias Manolo Saiz, tras 15 años en paro: “Me da igual lo que...

Manolo Saiz, tras 15 años en paro: “Me da igual lo que diga Eufemiano Fuentes”

Ganó 7 Vueltas a España y fue 3 veces segundo en el Tour. Manolo Saiz fue uno de los jefes del ciclismo en su época hasta que lo expulsaron en 2006. Hoy, a los 61 años, aún habla con dolor. 

A los 61 años, Manolo Saiz sigue yendo a ver carreras de aficionados. “Me llaman más la atención las de carreras de aficionados que las de profesionales porque las de profesionales donde mejor se ven es en televisión”. Y la pasión, su pasión, es innegociable. “Analizo la postura de los corredores y me ayuda a mantener la mente despierta. Yo, por ejemplo, bajaria unos centímetros el manillar a Pogacar en las contrarrelojs”, dice antes de reconocer que a día de hoy él, uno de los imprescindibles del ciclismo de los 80 y 90, ya no es feliz. “Mentiría si dijese que lo soy. Pero me he adaptado a la situación en la que estoy”. Después, hace una buena lectura de la vida. “El mérito es que te quieran y que tú puedas querer a la gente. Y eso hay que lucharlo día a día. Mi familua me ha visto amargado comiéndome la cabeza y sufriendo mucho tiempo. Eso es dificil. Pero esa angustia interna ya la tengo dominada. He aprendido con el tiempo. La gente mayor es sabia y yo me estoy acercando a esa edad”, justifica.

¿Sigue siendo un maestro? 
No sé si algun día lo llegué a ser. Pero sí viví entregado al ciclismo y traté de entregar todo lo que sabía y de estar al lado de quienes me necesitaban. Otra cosa es que los demás hayan sabido estar a mi lado.

¿Y lo ciclistas no estaban a su lado? 
Los ciclistas si, hombre. A su manera, pero en su momento lo estaban. Sí, claro. Pero luego la vida sigue y el palo que me he llevado…, ése lo he soportado yo solo.

Su última carrera fue en el Tour de Romandia en 2006. 
Y encima la perdimos y, además, en la última contrarreloj nos la quitaron después de haber hecho una carrera extraordinaria con Contador.

Desde entonces, han pasado 15 años. 

¿Y cómo han sido? 
En la soledad, en el silencio, en la angustia interna.

Una compañía difícil
Bueno, realmente yo siempre fui silencioso hasta que entendí que debía defender a todos los equipos del mundo. Y ahí cambié.

Pero ahora. 
No, no, este ha sido como el silencio de la muerte con gente que podía haber dicho y no lo ha dicho, no vamos a tocar nada a ver si nos va a salpicar a nosotros. Pero por suerte supe seguir mi propia vida. Salvé mi inocencia y ahora me toca disfrutar de mis nietos. Creo que me lo merezco. No pude disfrutar de mis hijos. Estaba de viaje.

Había que ganarse la vida.
Bueno, yo le puedo decir que mi padre trabajaba en Sniace, en una fábrica a 400 metros de casa, y prácticamente yo no le veía nunca. Entraba a trabajar a las ocho de la mañana y no venía hasta las tantas a casa porque debía meter horas, porque las profesiones son así. En el fondo no somos tan diferentes.

Lleva usted 15 años en paro. 
Así es. 15 años en los que he vivido de los ahorros, y eso que la gran mayoría de esos ahorros se los llevó la Operacion Puerto. Pero lo logré. Y no fue una hazaña que no haría cualquier humano. Ahora lo que sí me da es rabia que no es lo mismo que rencor. Pero me da rabia que haya gente con cargos en este país que pasa por Torrelavega y no me llama ni para tomar un café. Y, sin embargo, algunos extranjeros sí me  llaman.

¿Y a qué saben esos cafés? 
Saben al olor de la amistad. Eso es felicidad, no amargura. Si me llaman yo disfruto, faltaría más. Además, siempre acabamos con tarta de hojaldre de Torrevalega y contando todas esas cosas que algún día vivimos juntos.

Vivió mucho. 
Viví un ciclismo más solidario. Ahora cada uno está encerrado en sí mismo. Y no se comparte nada y cada equipo es como una isla de lo más individualista. Antes podías ir al autobus de otro equipo a tomar un café y no pasaba nada. Eras bienvenido. Pero este ciclismo de ahora se ha vuelto mas picaro, demasiado envidioso.

Dirigió usted a 115 ciclistas. 
Creo que nadie habló mal de mi. Ni siquiera los ciclistas de otros equipos. Cuando voy a ferias y me encuentro a ex ciclistas hay alegrías, besos y respeto. Hace poco fui a Canarias a una marcha cicloturista y el grupo de directores italianos vino a buscarme para estar un rato conmigo.

Fue usted un innovador. 
Fui lo que aprendi. Los biomecánicos de ahora se manejan con fórmulas biomecánicas y meten todos los datos en un ordenador. Sin embargo, yo lo escribía en papeles y manejaba la situación desde el prisma de la orientación gracias a lo que aprendí en el INEF y a lo que veía a los demás. Yo estudiaba cada escuela y aplicaba lo que aprendía a cada situación porque el secreto no era saber sino aprender.

Y se acabó pronto. 
A los 45 años aún me quedaba vida. Pero me la quitaron. Aún estoy esperando alguna carta de los Gobiernos pidiéndome perdón. No por lo que me hicieron a mí sino a mi familia que tenía un futuro más próspero, pero…

¿Y ahora? 
Ahora tengo una empresa de tecnología con otros socios y eso es lo que me ocupa el tiempo. Tengo un socio, que es el que sabe, y entre los dos nos compenetramos muy bien. Ahora soy un aprendiz y no tengo nada que enseñar, todo lo contrario que en el ciclismo. Pero esto es la vida. La vida te da lecciones continuamente.

¿Qué le dejó el ciclismo? 
Todo lo que viajé me aportó cultura. Estoy agradecido eternamente al mundo del ciclismo. Aprendí alimentacion, aprendí amistad. Me entregó mucho. No tengo ninguna queja del ciclismo, sino de las personas que forman parte del mundo del ciclismo.

¿Eufemiano Fuentes es uno de ellos? 
Es uno más.

El domingo va a hablar en una entrevista en el programa de Evole. 
No me preocupa. Él contará su verdad y me parece correcto. Pero en un 99 de probabilidades no creo que vea el programa. Otra cosa es que luego venga la gente  y me cuente. Pero no tengo ni la mas mínima inquietud. No le tengo miedo. Cuando pasó lo que pasó yo estaba ahí porque quería hacer un favor a su hija en la ONCE.  Y no me arrepiento de haber intentado ayudar a una persona que tenía ese problema. Al contrario.

¿No habla ya con Eufeniamo? 
Sí. Cuando corresponde sí hablamos. Pero sobre todo del futuro porque entendemos que el pasado ya no tiene valor.

Pero en ese pasado fue usted un grande. 
Yo siempre digo que debería haber tenido tres épocas. La primera en la que los ciclistas eran mis hermanos. La segunda en la que eran mis hijos y en la tercera etapa, que fue la que me cortaron, hubieran sido mis nietos. Pero ahí ya no pude hacer nada.

 


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de BICIO

1 Comentario

  1. A día de hoy sigue siendo el padre del ciclismo en España.
    No todos pensamos como las ovejas.
    Gracias por todo Manolo Saiz.

Deja un comentario

Please enter your comment!
Please enter your name here

Con la publicación de un comentario acepto expresamente recibir la newsletter y soy conocedor de que puedo darme de baja en cualquier momento de acuerdo a nuestra política de privacidad