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Induración perineal y otras lesiones perineales en ciclismo

Induración perineal y otras lesiones perineales en ciclismo

Es posible que la induración perineal no te suene, pero sí otras molestias en la zona que son frecuentes en ciclistas aficionados y profesionales. Hablamos de la región anatómica que corresponde al suelo de la pelvis, entre la zona genital exterior y el ano. Está formada por músculos y ligamentos.

Por su localización, puede sufrir la fricción y la presión del sillín. Abordamos qué molestias o lesiones puede ocasionar y cómo prevenirlas, con especial atención a la induración nodular perineal.

Qué es la induración nodular perineal

Es una lesión pseudotumoral. Clínica y radiológicamente tiene aspecto de tumor, pero un análisis histiológico para conocer su composición, estructura y características indica que no lo es. Según este artículo publicado en la web de la Sociedad Española de Anatomía Patológica, se da casi de forma exclusiva en ciclistas. Aunque es más frecuente en los hombres, también lo pueden sufrir las mujeres.

Se presenta en forma de dos nódulos a ambos lados del rafe, que es la línea visible de coloración más intensa que se observa en el perineo. También puede tratarse de un nódulo único sobre la misma línea o a un lado.

Lo cierto es que, por el momento, hay poca literatura científica al respecto. Se ha centrado en la descripción de casos, como sucede en el mencionado artículo y en este otro recogido por la Academia Española de Dermatología y Venerología.

En este último se describe el caso de un hombre de 49 años aficionado al ciclismo que, sin tener antecedentes de interés, presentó una lesión dolorosa en la región isquiática, la estructura ósea que está en la parte inferior externa del hueso ilíaco. En una primera exploración, los especialistas constataron la presencia de un nódulo de 4 cm, de textura elástica.

En este caso, para el diagnóstico se realizó una ecografía, una punción-aspiración y una resonancia magnética nuclear, ya que los dos primeros no arrojaron resultados concluyentes.

Tratamiento del nódulo del ciclista

Hay dos formas de tratar el conocido como nódulo del ciclista. Una es la cirugía para extirpar el nódulo, aunque, como señala uno de los artículos mencionados, si el ciclista es profesional puede que se evite.

La otra opción es un tratamiento conservador, que consiste en reposo e infiltraciones de estereoides o hialorudinasa. Esta última es la enzima que descompone el ácido hialurónico.

En cualquier caso, el nódulo será un obstáculo importante para el rendimiento de un ciclista profesional. En el caso de los aficionados, lo más probable es que la actividad se contraindique hasta que se solucione el problema.

¿Cómo prevenir su aparición?

La fisioterapeuta Julia Rodríguez ofrece algunas claves para prevenir la aparición de esta y otras lesiones perineales en el ciclista en este artículo de la RFEC.

1. Hidrata bien

Sí, la zona perineal también se puede hidratar de manera específica, en concreto, con cremas ricas en vitamina E. La buena hidratación contribuye a la salud de la zona y, por lo tanto, a la prevención de lesiones producidas por causas como el vello encarnado.

Uses el producto que uses, revisa que no tiene alcohol en la composición.

2. Utiliza el sillín adecuado

Mucho se insiste en que el sillín debe ser ergonómico. Y no ergonómico como concepto general, sino como algo que se adapta plenamente a nuestra anatomía. Esta variará de usuario a usuario.

Los isquiones deben reposar de la forma adecuada sobre el sillín, con el objetivo de evitar que la presión caiga de modo exclusivo sobre la zona perineal. Así se evitará el entumecimiento y el dolor por la compresión del nervio y la arteria.

3. Cambia de postura regularmente

Cuando sales en bici, incluso cambios de posición que te parecen leves pueden ser sumamente efectivos: varían los puntos de apoyo y, por tanto, evitan la presión sobre una única zona. Es algo a tener en cuenta, sobre todo, en las salidas con bici de carretera y en sesiones contrarreloj. Más incluso que si se trata de, por ejemplo, una salida de montaña.

4. No escatimes en ropa de calidad

Calidad no tiene por qué ser sinónimo de caro. Tienes cientos de opciones económicas, así que solo se trata de dedicarle tiempo a comparar y a leer las valoraciones de otros usuarios.

¿Lo que más influye? Varias cosas:

  • La transpiración de la ropa, que es necesaria para evitar lesiones como la foliculitis.
  • Las propiedades antibacterianas, que sí podrían encarecer la prenda respecto a las opciones low cost. Pero no tiene que llegar a precios estratosféricos y, en cualquier caso, merecerá la pena la inversión.
  • La badana, que debe ser de gel y con suficiente grosor como para proteger de lesiones cutáneas. Rodríguez aconseja usar badanas específicas para hombre o mujer. Por ejemplo, las de hombre son muy estrechas para una chica, lo que generará más fricción perineal.

5. No olvides trabajar el suelo pélvico

Suele ser el gran olvidado de los entrenamientos, aunque disciplinas como el yoga y el pilates sí le dan mucha importancia. Se trata de músculo y, como los demás, hay que ejercitarlos. La acción de simular el tener que orinar, y contenerse, ayuda a relajar y apretar los músculos. Lo puedes practicar en cualquier momento del día, incluso mientras estás trabajando.

Otras lesiones perineales en ciclistas

La fisioterapeuta Julia Rodríguez repasa otras molestias perineales habituales en ciclistas. Aunque el texto se centra en mujeres, también pueden sufrirlas ellos:

  • Foliculitis y forúnculos. Muy habitual. Se produce cuando uno o varios folículos pilosos se inflaman por una infección, que puede ser por bacterias u hongos. Es consecuencia de la fricción, y la posibilidad de aparición aumenta por depilación o uso de ropa con poca transpiración. Si se agrava, da lugar a forúnculos.
  • Entumecimiento y dolor genital. Puede deberse a la compresión de la arteria y nervio pudendos. Mucho se ha hablado sobre cómo afecta el ciclismo a la salud sexual, pero con buenas medidas de prevención el riesgo se minimiza.
  • Disura y hematuria. Se trata, respectivamente, de dolor y sangre al orinar. Es habitual que esté producida por el exceso de presión del sillín sobre el periné.
  • Lesiones cutáneas. Las laceraciones y las pequeñas heridas son las más habituales, y se deben a la fricción y la falta de hidratación en la zona.

La zona perineal soporta un alto porcentaje del peso del cuerpo al pedalear, lo que implica fricción y presión. Eso explica el riesgo de induración perineal, así como otras lesiones. Si vas a preocuparte por ellas, que sea para implementar acciones preventivas que las eviten, y no para dejar de disfrutar con la actividad.

 

Bibliografía:


González-Pérez, R., Carneroa, L., Arbide, N., & Soloeta, R. (2009). Induración nodular perineal del ciclista. Actas Dermo-Sifiliográficas, 100(10), 919-920. En https://www.actasdermo.org/es-induracion-nodular-perineal-del-ciclista-articulo-S0001731009729291

Khedaloui, R, Martín, LM y Tardío, J.C. Induración perineal (el nódulo ciclista). Estudio clinicopatológico de dos casos. Sociedad Española de Anatomía Patológica. En https://www.actasdermo.org/es-induracion-nodular-perineal-del-ciclista-articulo-S0001731009729291

Rodríguez, J. Lesiones perineales en la ciclista. Real Federación Española de Ciclismo (RFEC). En https://rfec.com/es/smartweb/universo_ciclista/articulo/rfec/198-Lesiones-perineales-en-la-ciclista


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