¿Qué no haría un padre por su hijo?
¿Os imagináis a un niño de 9 años en 1.888 con un triciclo circulando -y sufriendo- por Belfast, por caminos tipo Paris – Robauix para ir a la escuela?. Si a eso les sumas que el triciclo tenía las ruedas de madera maciza forradas de goma dura, la velocidad y la comodidad del niño deberían dejar bastante que desear.
De la preocupación de un veterinario escocés de 47 años llamado John Boyd Dunlop porqué su hijo pudiera circular con más suavidad y pudiera maniobrar el triciclo mejor, nació el primer sistema de amortiguación por aire de la historia, pasando de sentir las vibraciones en los riñones al circular sobre las piedras de los adoquines, a sentir como si estuvieras flotando en el aire.
El nacimiento del primer neumático
El señor Dunlop, intentando evitar este sufrimiento de su hijo, se le vino a la menta colocar en las ruedas una manguera llena de agua, pero no funcionó la cosa. Pero después, se le ocurrió inflar tubos de goma con una bomba para balones de fútbol (la pequeña contribución del fútbol al ciclismo) los envolvió con finas láminas de caucho y las pegó a las llantas de las ruedas traseras del triciclo. Poniendo así, la primera piedra (amortiguada) a los cimientos del primer neumático de la historia.
La forma en la que gira el mundo cambió para siempre.
Ríete tu de la sensación de la primera vez que te calzas unas zapatillas de placa de carbono, eso sí que debía ser un antes y un después.
No había pasado ni un año cuando el invento de John Boyd Dunlop ya estaba presente en una carrera sobre dos ruedas. Un corredor del montón llamado Willie Hume, superó a los máximos favoritos en cuatro de las cinco carreras del día gracias a la ventaja de los neumáticos con cámara de aire recién inventados (hasta entonces, la mayoría de las ruedas tenían llantas con goma maciza).
Dunlop no tardó en patentar la idea (7 de diciembre de 1888) pero dos años después le invalidaron la patente porqué el inventor también escocés Robert William Thomson había patentado previamente la idea. Dunlop ganó la batalla legal, y una vez revalidada su patente se dedicó a perfeccionar su invento en forma de empresa comercial (Dunlop Pneumatic Tyre Co. Ltd), en cuyo ADN formó parte siempre la competición… y hasta nuestros días.
La expansión fue fulgurante:
- 1890: (dos años después de la invención) abre su primera fábrica en Dublin
- 1893: Primera fábrica en la Europa continental, Hanau (Alemania)
- 1895: Los neumáticos Dunlop se venden en Canadá y Francia y se fabrican en Australia y Estados Unidos
- 1898: Se desborda la producción de la fábrica de Dublin y se traslada a Inglaterra (Coventry)
- 1902: Nace Fort Dunlop, 160 hectáreas en Birmingham
- 1910: Plantación de caucho en Malasia de 20.000 hectáreas
- 1913: Primera fábrica Japonesa en Kobe
En 20 años Dunlop dejó obsoleto el neumático macizo y pasó a ser una multinacional de ámbito mundial.
Sin embargo, John Boyd Dunlop vendió su patente y el nombre de su compañía y sin hacer mucha fortuna por su invento, se retiró a Dublín donde murió el 12 de octubre de 1921.
