Ciclismo/Tour de Francia

Heridas en un campo de batalla de cristal

La aparición de la lluvia en el último descenso de la decimonovena etapa provocó numerosas caídas y escenas de alta tensión. Romain Bardet y el equipo Astana contribuyeron a un final eléctrico y dramático para algunos.

Froome

Froome se hirió en la rodilla derecha en la aparatosa caída / sport

Agustí Bernaus

La lluvia y el descenso del col de Bisanne enlazado con el Domancy estuvo a punto de provocar un vuelco en el Tour de Francia que domina el británico Chris Froome. Ayer, el líder lo pasó mal, muy mal. Entró en taquicardia en este terreno de juego en donde los ciclistas de Astana se comportan como auténticos maestros. Froome corrió al límite sobre un asfalto de cristal. Y se fue al suelo, como otros muchos corredores. 

Froome se hirió en la espalda y en un rodilla y aunque dijo que solo eran unos rasguños, los golpes tremendos se los llevó al hotel. No fue el único, Bauke Mollema se salió de la carretera y cayó hasta el décimo puesto de la general. Richie Porte también sufrió una caída en una curva, a 31 km. de meta. Los difícil era mantenerse en pie. El agua y los rastros de combustible de los coches que precedían a los ciclistas formó una peligrosa capa sobre el asfalto. 

En otra curva Dani Navarro se despidió con una fractura. Las imágenes de Pierre Rolland, escapado, resbalando hasta salirse de la carretera, ponen la piel de gallina, Steve Morabito, Reichenbach, McKlay y Durbridge, entre otros, se fueron al suelo. 

Antes de que el Tour entrara en este campo de batalla, Tom Dumoulin hizo el afilador y se rompió una muñeca. Las imágenes de la jornada son para recordar.