ESTO ES LO QUE HAY

Mourinho, nunca es tarde...

Toni Frieros

MEA CULPA. Estaremos de acuerdo en que, a estas alturas de la vida, es muy difícil que una persona cambie. José Mourinho nunca lo hará. Ni se espera que lo haga. Siendo como es está donde está. Que sea un ejemplo o un modelo a seguir ya dependerá de los gustos de cada uno.

A mí nunca me ha parece bien que el fin justifique los medios y el técnico portugués, hecho a sí mismo desde unos orígenes futbolísticos muy humildes, he ahí su gran mérito, ha teñido sus éxitos con escándalos inapropiados.

Uno de ellos, tal vez el más sonrojante de todos, fue aquel famoso dedo en el ojo de Vilanova. Siendo grave aquel acto, y poco gratificante para los millones de niños y adolescentes que siguen el fútbol, lo peor de todo fue que después, en rueda de prensa, y en las semanas que siguieron al revuelo mediático, nunca pidió perdón ni se disculpó... salvo ante la afición de su equipo.

Ha tenido que pasar un año para que José Mourinho, públicamente, haya admitido que aquella noche, en el Camp Nou, se equivocó: "Lo que hice no debería haberlo hecho, obviamente que no. El que falló ahí fue yo". Bienvenida la sinceridad y la humildad.

El perdón y el arrepentimiento jamás deben ser un signo de debilidad, al contrario, denota grandeza y, en su caso, también hombría. Sus declaraciones a la cadena americana Fox Sport ("La historia terminó y ahora lo que hay que intentar es que no pase nada parecido") le honran. Ojalá siempre sea así...