TENIS - SENIOR CUP MARBELLA

John McEnroe: "A veces odiar a tu rival es una motivación"

John McEnroe, la gran atracción del torneo sénior de Marbella, asegura que el tenis actual "tiene el nivel más alto de su historia con todos esos tíos juntos: Rafa, Roger, Novak..."

John McEnroe habla maravillas de la actual generación del tenis masculino

John McEnroe habla maravillas de la actual generación del tenis masculino / EFE

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John McEnroe es la gran atracción de la Senior Cup de Marbella que se disputa en el Club Puente Romano. Irreverente y rompedor en sus comienzos, a sus 57 años sigue desplegando su tenis mágico con el que logró siete títulos del Grand Slam y también una fina ironía que le ha distinguido en el circuito por sus genialidades y ocurrencias.

Capaz de divertirse aún sobre la pista, McEnroe señala en una entrevista con EFE que le cuesta madrugar "siempre es demasiado pronto para un neoyorquino como yo", dice, que el talento es algo con lo que se nace y no se puede comprar en una tienda, que aunque las dos opciones a la presidencia de su país "no son las mejores", votará a la candidata del partido demócrata Hillary Clinton, y que es lícito odiar al rival en la pista, porque eso es "a veces una motivación"

"Puedo imaginarme que un día pararé de jugar al tenis, pero mientras lo haga en el circuito de veteranos y al público le guste seguiré haciéndolo. Todavía gozo de las sensaciones de los aficionados y además el tenis es uno de esos pocos deportes en el que puedes jugar toda tu vida. Y esto me hace más joven aunque en realidad me haga mayor", admite, sin tapujos.

"La forma en la que comencé a jugar tuvo la culpa de que todavía siga jugando. Siempre quise proteger mi cuerpo, mis movimientos y como ejecuto mis golpes hace que el tenis sea fácil para mi y disfrute. En el circuito actual los jugadores trabajan demasiado duro y sus cuerpos sufren más. Yo he tenido suerte. Y mi buen comienzo, cuidándome, me ha ayudado hasta el final", explica el tenista estadounidense.

Para 'Big Mac' el talento "es una combinación de cosas. Ser capaz de hacer algo que no imaginas al principio y que lo ejecutes con una habilidad natural. El talento no se compra en la tienda. Significa cubrir toda la pista sin apenas moverte o dar la sensación de no hacerlo. Evidentemente, gran parte del juego es mental, y si estás viajando continuamente, solo te queda divertirte y ser capaz de lidiar con todos los problemas que te surgen, las diferentes condiciones, tipos de superficies, rivales cada vez más complicados. Siempre hay un desafío en esta parte mental".

"En lo más alto siempre están los que más trabajan"

Para McEnroe, en el circuito actual hay diferentes niveles de talento. "Algunos son mejores en el aspecto mental y otros en el físico. Los mejores jugadores combinan los dos. No se puede ser profesional si no tienes talento, por eso sobrevive el que trabaja más duro, el que siempre quiere mejorar. Si uno mira en lo más alto del ránking siempre se encuentra a los que más trabajan", espeta.

Cuando habla de sus inicios "Rod Laver era sin duda mi ídolo. Luego el tenis se fue convirtiendo cada vez más interesante, y llegaron las grandes personalidades de este deporte. Yo no entendía a Connors, pero le tenía mucho respeto porque trabajaba muy duro y me sentía orgulloso de forma parte de ese grupo en aquellos años. Ahora mismo el tenis tiene el nivel más alto de su historia, con Rafa, Roger, Novak... todos esos tíos, quizás de los mejores que nunca se han visto juntos. Son consistentes, y muy interesantes de ver. Pero es cierto que el juego ha cambiado y se ha convertido más en un negocio que en un deporte", lamenta.

La Era Dorada del tenis

"El nivel de tenis es ahora por supuesto más alto y se puede decir que estamos viviendo la Era Dorada de este deporte, pero también es verdad que el juego ha cambiado mucho. Nunca pensé que podía ver en Wimbledon a los jugadores sacando y quedándose atrás en vez de subir a la red, eso para mi es una locura. La forma en la que juegan es por supuesto muy diferente a cuando lo hacíamos con raquetas de madera. Ahora utilizan materiales más ligeros y pueden golpear más fuerte y se entrenan también con más intensidad. La verdad, no sé que puede pasar en diez años", afirma.

Su enfrentamiento con Ivan Lendl se convirtió en algo personal. Con los años, las cosas han cambiado y ahora se llevan de cine. Pero es que McEnroe considera que es lícito odiar al rival. "Por supuesto que si", responde, "mucha gente necesitar ese tipo sentimiento, o que te caiga bien o que le odies. Se necesitan esos altos y bajos en tu carrera. Es una motivación, sobre todo cuando te enfrentas a un rival que te hace daño cuando te vence. Fuera de la pista todos decimos que somos amigos, pero dentro aprietas los dientes y solo hay pasión por ganar como sea. Depende de cada personalidad".

John es todo un personaje. Que se ha atrevido, incluso a aparecer en películas y series de televisión. "¿Le divierte?", le preguntan. "Siempre es divertido hacer algo diferente, incluso si no estoy haciendo de mi mismo. Casi siempre lo hago, McEnroe en una película o en un 'show' de televisión... Es una forma de evadirme y a la vez de conocer mejor la reacción del público hacia mí", considera.

"Tengo que votar y lo haré por Hillary Clinton"

No es de los que se esconden. Por eso, cuando le hablan de política y, en concreto, de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, no se calla. "Para mi, personalmente, no son las mejores opciones pero tengo que votar y lo haré por Hillary Clinton, aunque Donald Trump tiene mejores campos de golf", dice entre risas.

La entrevista se cierra con esta cuestión: ¿Qué le parece todo el revuelo sobre las exenciones por uso terapéutico? "Depende, no sé exactamente de qué tipo de medicinas se está hablando. Todos los deportistas intentan mejorar en cualquier tipo de especialidad. No es una cuestión de si es justo o no es justo lo que hay que ver es si están mintiendo o no. Si han cometido algo ilegal deben ser sancionados duramente y por mucho tiempo. Las organizaciones deben ser muy precisas en este aspecto", cierra el genial John McEnroe.