El italiano no confía en las alternativas naturales de Modric

Illarramendi, Khedira y Lucas Silva: 82 millones para nada

Florentino Pérez no estará contento por ver que sus inversiones no tienen la oportunidad de demostrar su valor ya que en su lugar Ancelotti prefiere a Ramos

Ancelotti no confía en Illarramendi

Ancelotti no confía en Illarramendi / sport

Alejandro Alcázar

Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, tardó sesenta segundos en descartar a Illarramendi y Lucas Silva como posibles opciones para sustituir al lesionado Luca Modric para el derbi de Champions ante el Atlético. El italiano volvió a dejar patente que no confían en los suplentes y mucho menos en el tolosarra y en el brasileño, por los que han invertido 64 millones de euros y que seguro no satisface a Florentino. “Al minuto de lesionarse Luka Modric ya pensé en la opción de Sergio Ramos como su sustituto para el partido de hoy”, reconoció a modo de triunfo el italiano nada más apear a los rojiblancos de la Champions. La jugada le salió bien porque Ramos neutralizó el juego aéreo del rival en el centro del campo y fue un secante permanente ante los pocos intentos de construir de los rojiblancos. Eso sí, el de Camas fue un simple poste en facetas creativas, en el que se apoyaron sus compañeros, salvo cuando percutió por la banda derecha recordando su etapa de lateral o cuando se sumó al ataque aprovechando su poderoso juego ofensivo. 

Ancelotti volvió a mostrar su falta de confianza hacia los suplentes prescindiendo de los dos especialistas que tiene en la plantilla para sustituir al croata. Dejó en el banquillo los 50 millones que pagaron por Illarramendi y los 14 que desembolsaron el pasado mes de enero por Lucas Silva, al que ficharon precisamente para relevar a Modric ante las bajas prestaciones creativas del guipuzcoano. Ya en la final de Champions de Lisboa, Ancelotti anunció que Illarramendi sería el “relevo natural” de Xabi Alonso, sancionado, pero acabó sacando a Khedira pese a que el alemán salía de una larga lesión y le faltaba ritmo. Datos que dejan al de Mutriku en una situación complicada mientras el italiano sea entrenador madridista, y que confirman que su futuro en el equipo blanco es más bien negro. En esta ocasión prefirió no poner a Khedira, que costó 18 millones- aunque el cuerpo le pidiese hacerlo, porque termina contrato en junio tras negarse a renovar en dos ocasiones. Ponerlo era arriesgarse a un enfado general de la grada del Bernabéu y de los habitantes del palco, y se inventó la opción de Sergio Ramos.

La situación de Lucas Silva es aún más llamativa. Un fichaje invernal por el que el Madrid pagó 14 millones de euros. La primera impresión fue positiva cuando debutó como titular en Alemania ante el Schalke (0-2). Un buen partido que le sirvió para mantenerse en el once dos encuentros más hasta el empate a uno en el Bernabéu ante el Villarreal, en el que pagó los platos rotos de un mal día de todo el equipo. A partir de ahí las ocasiones le han llegado con cuentagotas y en los últimos siete partidos ha sido un fijo del banquillo, sino de la grada. Al igual que Illarra, su futuro no parece estar en el Madrid.

Ancelotti sigue sin confiar en los suplentes, pese a que Chicharito le haya dejado en evidencia. El italiano tiene muchas virtudes, pero también defectos como su inexistente política de rotacionesque provocan que los titulares caigan lesionados como chinches por tanto desgaste. No dar oportunidades a que los suplentes se mezclen con los titulares cuestiona su política. Chicharito le ha demostrado que se equivoca, pero los Coentrao, Jesé, Illarra, Nacho, Lucas Silva o Keylor Navas no tendrán la misma suerte que su compañero y en algunos casos tendrán que mirar un mejor destino donde el trato sea más amable.