Rafinha: billete de ida y vuelta

Si Thiago Alcántara se marchó al Bayern para disponer de minutos y no perder el tren del Mundial con la selección española, en Brasil empiezan a mirar hacia Vigo, donde su hermano menor y a la vez hijo de un campeón del Mundo hace méritos para que Scolari le tenga en cuenta.

Aconsejado por Mazinho, Rafa Alcántara, Rafinha, volvió a casa para demostrarle a Andoni Zubizarreta que el Barça del futuro próximo debe reservarle un lugar. Y bajo la exigencia de Luis Enrique, quien comenzó a pulirlo suavemente en el Barça B, no ha esperado nada para mostrar de qué es capaz.

“Si se independiza de las comparaciones con su hermano será un futbolista de referencia” aseguran en el vestuario del Miniestadi, donde Rafinha es considerado uno de los mejores diamantes de la cantera. Y de quien no se tiene duda: la cesión al Celta es solo una etapa en su proceso de crecimiento.

El sábado jugó por primera vez como titular y su fútbol le dijo a Luis Enrique que no debe volver al banquillo. No solo marcó el gol del Celta, sino que fue el líder indiscutible del equipo gallego frente a un Granada desbordado por su calidad.

Las crónicas apuntan la presencia de 29.547 espectadores en Balaídos en el partido de este pasado fin de semana. Y, seguro, muchos de ellos debieron sentir que el tiempo volvía atrás y redescubrían una versión incluso mejorada de Mazinho, aquel centrocampista que lideró una etapa inolvidable al frente del 'EuroCelta' durante tres años esplendorosos.

“Puede ser una de las revelaciones de la Liga” apunta desde Brighton Òscar García, quien le catapultó durante el mejor año que se recuerda en el juvenil del Barça y que está seguro de su futuro: “Es un futbolista excepcional”.

En Vigo también lo están. Su exhibición frente al Granada encendió las ilusiones celtiñas. Aunque nadie duda que allí Rafinha es un crack con fecha de caducidad. En el Camp Nou hay un lugar reservado para él.