Ni rastro del temible infierno de Pamplona

Busquets, Iniesta y Messi, con opciones de repetir en El Sadar

Busquets, Iniesta y Messi, con opciones de repetir en El Sadar / sport

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Para empezar, uno de esos datos que son plenamente ilustrativos del momento por el que atraviesa Osasuna. Hasta la fecha, el conjunto navarro todavía no sabe lo que es ganar un partido en El Sadar. Así pues, el temido feudo del conjunto navarro se ha convertido en desplazamiento más que propicio para todos aquellos que lo han visitado.

SIN PRESIÓN NO HAY INFIERNO. Es una evidencia que Osasuna ha perdido capacidad intimidatoria en su campo. El equipo ni muerde ni presiona como antaño. Quien más o quien menos recuerda a ese conjunto que peleaba hasta la extenuación todos los balones y que, con mayor o menor talento, no dejaba pasar la oportunidad para empujar, buscar todos los rebotes y bombear balones al área en busca de algún que otro remate. Todo valía con tal de encerrar a su rival y buscar algún gol que asegurara, muy probablemente, puntos clave para la permanencia en Primera.

PROBLEMAS EN AMBAS ÁREAS. Osasuna no solo marca poco sino que además encaja mucho. Arriba sorprende que Sergio León haya perdido minutos en favor de Riera y Kodro. Con un Osasuna más cómodo a la contra, la velocidad de Sergio León podría generar mayores desequilibrios. El otro drama es en defensa, donde Caparrós ya ha cambiado el sistema implantado en su día por Martín: adiós a la defensa de cinco y vuelta a la clásica línea de cuatro. En conjunto, se nota que el bloque no está fino y alguna de sus individualidades más destacadas, como el caso de Roberto Torres, también ha bajado de forma sensible su rendimiento.

LUIS ENRIQUE VA CON TODO. El técnico del Barça dejó claro en sus declaraciones que no hay margen para más tropiezos. El Barça está obligado a sumar de tres en tres si realmente quiere presionar al Real Madrid en esta Liga. Las dudas, las de siempre: ¿el equipo sabrá responder con firmeza al planteamiento que presente Caparrós?. En la previa del encuentro, el técnico de Osasuna recibió la clásica pregunta de todos los entrenadores a los que se enfrenta al Barça: ¿el equipo presionará arriba o bien esperará replegado? Caparrós se escapó como pudo, sin dar una sola pista. Nada mejor para estas ocasiones que el clásico ya veremos en función de cómo se desarrolle el partido. Falta saber cómo lo digiere el irregular Barça de la Liga.