Verstappen: "La primera carrera siempre es muy excitante"

Max Verstappen afronta su primer año completo como piloto del primer equipo de Red Bull, ya que el año pasado debutó en Barcelona tras empezar con Toro Rosso, y el holandés vuelve a compartir equipo con Daniel Ricciardo, que el año pasado le superó al final en 52 puntos.

En una semana arranca el Mundial. El joven holandés ya tiene ganas de que empiece la batalla y asegura que “la primera carrera siempre es emocionante, nunca se sabe en qué posición estás en términos de rendimiento con el coche porque todo es muy nuevo, esto se refleja también en el paddock, es una sensación estimulante”.

Y, pese a que es la carrera de casa de Daniel Ricciardo, su compañero de equipo, se muestra entusiasmado con empezar en Melbourne porque “es una ciudad atractiva, hay buen ambiente y buen tiempo, así que generalmente es un gran lugar para alojarse”. En cuanto a Ricciardo, decía que “al ser el Gran Premio de casa evidentemente tiene mucho apoyo, algo muy agradable para él. Yo, sinceramente, ya tengo ganas de escuchar el ruido de todos los coches salir para el primer entrenamiento y ver la emoción en la cara de todos”.

Su primer objetivo, lógicamente, es batir a su compañero de equipo, aunque "no es algo en lo que piense demasiado. Solo hago mi trabajo y luego veremos lo rápidos que somos y lo buenos que somos. Es demasiado pronto para hablar de ello. Realmente, no presto mucha atención a la idea de que tengo que batir a mi compañero de equipo. Solo me tengo que asegurar de que llego preparado y hago todo correctamente” afirmaba al cerrar los ocho días de test de pretemporada en el Circuit de Barcelona.

De su relación con el australino, remarcaba que “nos presionamos el uno al otro enormemente y creo que eso también es muy bueno para el equipo. Compartimos todo, somos muy abiertos y no tenemos secretos”.

Verstappen desvela que no hizo muchas peticiones a los ingenieros para que le hicieran un coche a medida, teniendo en cuenta que el año pasado se encontró un coche ya hecho al debutar en la quinta carrera, puesto que “como piloto tienes que adaptarte y punto. Por lo que creo que todo el mundo está haciendo eso. No encuentro que sea un coche más exigente y eso, seguramente, implica que me he entrenado bien”.

PRUDENCIA 

Sobre el potencial del monoplaza se mostraba cauto y remarcaba, a una semana del arranque del campeonato, que “es realmente complicado decir dónde estamos porque no sabes cuánto combustible llevan los demás y los coches son bastante nuevos, por lo que todos estamos haciendo muchos cambios de configuración y de repente puedes encontrar el camino correcto que marque diferencias. La verdad es que estoy bastante satisfecho de nuestra pretemporada”.

La pretemporada, precisamente, estuvo marcada por los problemas de fiabilidad en el motor Renault. El holandés está confiado en que el fabricante francés los habrá subsanado para la carrera de Australia. “Están trabajando en ello ahora mismo. Tenemos soluciones preparadas para el futuro. Soy bastante optimista porque los chicos de Renault tiene ya algunos planes para cambiar el motor de cara a Melbourne”, dijo.

Max Verstappen considera que la mayor carga aerodinámica de los monoplazas va a condicionar los movimientos a aquellos que estén favorecidos por el DRS. “Dependeremos aún más del DRS porque será más difícil seguir al de delante en las curvas rápidas y en las rectas vas más lento debido a la mayor resistencia al aire. Por lo que si alguien que viene detrás abre el DRS, ahora marcará una gran diferencia. Si eran cuatro décimas de segundo por vuelta el año pasado, en este debe estar cerca de las cinco o seis. Y eso se notará en las rectas”, asegura.

Sin embargo, considera que “seguiremos viendo algunos adelantamientos. Irá en función de con qué neumáticos vayas y qué estrategias lleves. En las curvas rápidas será algo más complicado seguir al de delante, pero necesitamos asegurarnos que tenemos un buen coche y que no tenemos que adelantar mucho”.