LA ÚLTIMA

Vuelve la prepotencia del Madrid

Lluís Mascaró

En Madrid todavía siguen celebrando por todo lo alto la marcha de Guardiola. Una mala noticia para el Barça acaba siendo siempre una buena noticia para el Madrid. Y viceversa, claro. La rivalidad deportivo-mediático-política es tan grande que cualquier acontecimiento que se genere en un bando tiene una tremenda trascendencia en el otro. Y si es negativo, aún más. Mientras en el Barça han tratado de relativizar el golpe que ha supuesto el adiós de Pep haciendo una apuesta tan valiente como sorprendente por Tito Vilanova, en el Madrid llevan semanas interpretando la marcha de Guardiola como el primer gran título del nuevo ciclo blanco. Tampoco debe extrañarnos tanto. También celebraron la eliminación del Barça ante el Inter de Mourinho en las semifinales de la Champions de hace tres años como si hubieran conquistado su `Décima¿.

Digo que en Madrid están contentos, eufóricos, porque he oído voces que ya hablan de conquistar el `triplete¿. Como si el Barça estuviera muerto. Como si Messi se hubiera jubilado. Como si a Xavi, Iniesta, Cesc y Sergio Busquets se les hubiera olvidado jugar a fútbol. Llevo tiempo confraternizando con ellos, pero nunca deja de sorprenderme la capacidad propagandística de los medios de comunicación de la caverna nacionalmadridista. Han creado campañas tan absurdas pero eficaces com la del villarato. Se han encomendado cada dos por tres al espíritu del pobre Juanito. Se han inventado nuevos `ronaldinhos¿ y `messis¿ vestidos de blanco... Y ahora venden a sus seguidores que el Barça sin Pep ya no es el Barça. Y que la próxima temporada el objetivo del Madrid de Mourinho es ganar Liga, Champions y Copa. Como si fuera tan fácil...

Esta táctica psicológica es tan vieja como las guerras. A veces funciona. Otras no. Depende de la capacidad para engañar al rival, al enemigo. El Barça, el barcelonismo, no puede caer en la trampa. Debe rebelarse ante la estrategia propagandística. Y protegerse. Blindarse. Hacerse más fuerte. Este Barça es el mismo Barça que ha maravillado al mundo con su fútbol. El mismo Barça que ha batido todos los récors de excelencia y eficacia. La única diferencia (sensible, sí) es el entrenador. El líder. Pero la historia está llena de soldados que han ganado batallas con oficiales noveles. Con Tito Vilanova en el banquillo (ayer, por cierto, se hizo oficial su `fichaje¿ hasta el 2014) el Barça puede jugar igual de bien que en los últimos cuatro años. Porque tiene un estilo y tiene futbolistas excepcionales para ponerlo en práctica con éxito.

Como diría Laporta, que no nos embauquen. Que lo que digan en Madrid, en los foros de la `central lechera¿, nos entre por un oído y nos salga por otro. Si la mejor noticia para el Madrid es la marcha de Guardiola, la mejor noticia para el Barça es el regreso de la prepotencia al Bernabéu. Que se lo crean, que se lo crean de verdad. Más dura será la caída cuando el Barça vuelva a ser el mejor.