Neymar dio a Cavani el 0-2 y sentenció con el 0-3

ney bosch

ney bosch / sport

Josep Bosch

Josep Bosch

El esperado debut de Neymar en las filas del PSG deparó de todo. El brasileño, que se mostró muy participativo en el juego, dio a Cavani la asistencia del segundo gol, sentenció marcando el tercero y no faltó ni una 'piscina' que le recriminaron los defensas rivales ni el ya habitual espectáculo del jugador abrochándose las botas por sus megacompromisos comerciales.

Neymar tenía ganas de agradar y lo dejó claro desde un principio pues tan solo tardó 22 segundos en tocar el primer balón, que sirvió en profundidad a Di María.

Muy participativo en el juego del equipo de Unai Emery, que movió con soltura y velocidad el balón ante el modesto Guingamp, Neymar se asoció con sus nuevos compañeros, en especial con Cavani. No jugó incrustado en la banda, sino que constantemente centraba más su posición para la incursión del lateral zurdo Kurzawa.

En el minuto 20 Neymar realizó su primer disparo a puerta, que salió muy elevado desde la frontal del área tras recibir de Thiago Silva y recortar a Sorbon.

Poco después llegó el show de las botas, aprovechando una falta a favor del PSG para quedarse en el suelo y atarse de forma interminable el calzado, sabiendo que las cámaras están pendientes de él.

En el minuto 38 los jugadores del Guingamp recriminaron al brasileño que simulara penalti en un breve contacto con Didot.

Ya en el segundo tiempo, Neymar fue más determinante pues su labor se vio facilitada cuando los jugadores del Guingamp empezaron a acusar el desgaste físico realizado para neutralizar la indudable mejor capacidad técnica del equipo de Emery.

En el minuto 62, cuando un gol de Ikoko en propia puerta ya había empezado a decantar la balanza a favor del PSG, Neymar sirvió un balón en profundidad a Cavani que el delantero uruguayo convirtió en el 0-2.

Poco después de que forzara una tarjeta a amarilla al local Deaux, Neymar sentenció al marcar en el minuto 83 el 0-3, rematando desde cerca un pase hacia atrás de Cavani, con el que demostró que puede montar una sociedad letal.