El Sevilla se impone en la locura

Diez goles. Del 0-2 al 6-4 final pasando por el 3-3 que reflejaba el marcador al descanso. El Sevilla-Espanyol fue una auténtica locura y en ella el que mejor supo sacar provecho es Sampaoli. El técnico argentino del Sevilla apostó por hacer dos equipos en uno, cerrar con tres y atacar casi con seis futbolistas de perfil ofensivo y eso provocó que el partido fuera un correcalles en todo momento, desmontando los planes del equipo blanquiazul, que  pese a ponerse por delante en el marcador, nunca se encontró a gusto el partido.

Había avisado Quique Sánchez Flores en la previa que el Espanyol debía ser fiel a sus ideas si quería trasladar a su estreno liguero las buenas sensaciones que había dejado en pretemporada, pero el planteamiento casi suicida de Sampaoli impidió que eso sucediera. Los dos equipos arrancaron el partido intercambiándose golpes y los goles no tardaron en llegar. Piatti adelantó al Espanyol, pero el Sevilla respondió dando la vuelta al choque en apenas un cuarto de hora por medio de Sarabia y Vietto. Sin embargo, la remontada no hizo variar un ápice el planteamiento sevillista y el Espanyol aprovechó los huecos en defensa para volver a mandar en el partido gracias a Hernán Pérez y Víctor Sánchez. El problema espanyolista era que lo que concedía el Sevilla atrás se convertía en dinamita arriba y fruto de ese poderío ofensivo llegó la remontada.

Vietto empató el partido al filo del descanso y eso motivó al Sevilla de cara a la segunda parte, cuando llegó la mejor versión del ‘Mudo’ Vázquez, que se echó el equipo a la espalda y lideró la reacción definitiva de su equipo marcando el 4-3 y dando a Ben Yedder y Kiyotake los otros dos tantos sevillistas. Maquilló el resultado Gerard Moreno, pero la diferencia ya era demasiado abultada.