MI VERDAD

Demasiado juego sucio en torno al Barça

Es triste que el club se vea inmerso en una serie de polémicas que en nada le benefician

Es triste que el club se vea inmerso en una serie de polémicas que en nada le benefician / sport

Josep Maria Casanovas

UNA GUERRA QUE VIENE DE LEJOS. No nos gusta nada el cariz que está tomando la carrera electoral en Can Barça cuando ni tan siquiera se han convocado las elecciones. Demasiado juego sucio, demasiadas acusaciones encubiertas, demasiados personajes de tercera fila que no hacen otra cosa que enredar. Es triste que el club se vea inmerso en una serie de polémicas que en nada le benefician. No vamos a citar nombres para no hacer más grande la bola de nieve, pero sí hay que decir que todos aquellos que utilicen el nombre del Barça en vano corren el riesgo de quemarse en la hoguera de las vanidades. Lo único importante, aquí y ahora, es la marcha deportiva del equipo, todo lo demás es una especie de lavadero público donde algunos quieren esconder sus vergüenzas y otros quieren sacar partido de la ropa sucia. Por desgracia el Barça lleva mucho tiempo siendo noticia en los tribunales de justicia. La guerra de familias en el club viene de lejos, pero la acción de responsabilidad civil puesta en marcha en una asamblea fue el desencadenante de todo lo que pasa ahora. Lamentamos mucho la judicialización en que se ha visto inmerso el club, hay semanas que se habla más de autos y de recursos que de fútbol. Sin ir más lejos, la actual. Coincidiendo con el parón liguero, son más noticia los temas extradeportivos que el brillante liderato conquistado por Messi y compañía.

GRANDEZA Y MISERIAS. No queremos sacar ningún nombre en esta columna para no contribuir a engordar unas historias que no tienen ninguna trascendencia. Son trapos sucios que no merecen airearse. Viejos rencores que delatan a los protagonistas. Rencillas y facturas de mal pagador. Personajes que buscan colocarse en alguna candidatura. Son gente que no piensa en el Barça, sino en su interés personal. Estamos hartos de tertulias de bar que gracias a las redes sociales alcanzan una dimensión pública que no merecen. La propia grandeza del Barça lleva consigo estas miserias. En la carrera electoral del Barça no vale todo y los socios son lo suficientemente listos como para darse cuenta. Ahora no toca enredar ni ensuciar. Hay demasiados frentes abiertos como para crear más problemas. Disfrutemos del buen momento del equipo, no es bueno que algún directivo tome posiciones ni tampoco que se alimenten candidaturas desde el rencor.