Joan Laporta dejará la política el 24 de mayo

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona desde 2003 hasta 2010, está firmemente convencido de presentarse a las próximas elecciones a la presidencia del club azulgrana. Si bien lo ha venido insinuando en sus contadas apariciones públicas, todavía no se ha manifestado oficialmente al respecto, sembrando con ello una pequeña, aunque razonable, duda.

Sin embargo, Laporta ya ha dado algunos pasos que le colocan, de manera irrefutable, en esa carrera electoral que abrió Bartomeu hace una semana cuando anunció elecciones anticipadas. 

El abogado abandonó la presidencia del FC Barcelona por imperativo legal (los estatutos del club impiden más de dos mandatos consecutivos) y creó en 2010 Democràcia Catalana, un partido político de ideología humanista y progresista con la idea de crear un estado propio para Catalunya. Tras pasar por el Parlament catalán, fue elegido concejal por el Ajuntament de Barcelona en mayo de 2011, formando coalición con ERC.

Joan Laporta tiene decidido abandonar la política activa al entender que ya ha cumplido un ciclo en su vida que le hacía mucha ilusión experimentar, por eso no concurrirá a las próximas elecciones municipales del 24 de mayo. 

También en clave política, su entorno más próximo desmiente con absoluta rotundidad que Laporta haya recibido propuesta alguna del President de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, para formar parte de una supuesta Candidatura Unitaria para celebrar unas elecciones plebiscitarias. Si bien Mas y Laporta mantienen una relación muy cordial, nunca se ha producido ese ofrecimiento.

A día de hoy, el expresidente del FC Barcelona, cuyo mandato ha provocado elogios y críticas, está trabajando de forma muy discreta en la construcción del equipo de colaboradores con el que acudirá a las próximas elecciones azulgranas. Las reuniones con sus más estrechos colaboradores son constantes y ya tienen trazadas las líneas maestras de su proyecto, que pasan por una profunda reestructuración del club, recuperar Unicef, nuevas vías de ingresos y sentar unas bases en la política deportiva que le parece errática. Más cerca de Cruyff y Guardiola, Laporta debe decidir de la mano de qué entrenador y director deportivo debería acometer la transformación. Su obsesión, ahora mismo, es no interferir en la trayectoria del primer equipo, de ahí que solamente hablará cuando sea oficial la fecha de las elecciones.