Grupo D: Rostov-PSV

El PSV va a remolque y no sabe fulminar al Rostov

El PSV no supo apuntillar al novato conjunto ruso. Los de Cocu igualaron dos veces un marcador adverso pero desperdiciaron un penalti, fallado por Propper

EFE

Rostov PSV no corrieron riesgos y salieron con tres defensas centrales con el exmadridista César Navas como jugador más retrasado en el Rostov y el mexicano Héctor Moreno como jefe de la operaciones en la defensa holandesa.

Los rusos golpearon primero en una magnífica jugada de su delantera que dejó solo al borde del área grande a su delantero, Poloz, que en el minuto 8 batió al portero holandés en su desesperada salida.

El equipo dirigido por el exbarcelonista Philip Cocu no tardó en empatar, aunque no sin fortuna, ya que el disparo desde unos 25 metros de Propper despistó al guardameta ruso al golpear en el cuerpo del central Granat.

Los holandeses parecieron conformarse con el empate, lo que les acabó costando caro. Un centro lejano fue bajado magistralmente al borde del área por el iraní Azmoun, regalo que fue aprovechado de nuevo por Poloz para sacar de la chistera un magnífico disparo ante el que nada pudo hacer Zoet.

Tras unos minutos de desconcierto, el PSV reaccionó y el gigantón De Jong marcó de cabeza a puerta vacía en el tiempo de añadido de la primera mitad.

Los holandeses salieron mejor colocados en la segunda parte con Guardado por cerebro organizador, dominaron el balón a placer y dispusieron de las mejores ocasiones del partido, ante un Rostov al que se le acabó el gas.

No obstante fue un absurdo y dudoso penalti el que les dio la oportunidad de ponerse por delante después de un caída de su delantero, De Jong. Por suerte para los rusos, Dzhanáev protagonizó la parada de la noche al despejar ágilmente el penalti disparado por Propper, al que le pudo la presión (min.57).

La fortuna volvió a darle la espalda a Propper en el minuto 72, ya que su magnífico disparo con la zurda golpeó la cruceta y fue a parar a las manos del portero local.

A falta de diez minutos, Dzhanáev se convirtió definitivamente en el héroe del encuentro al despejar un peligrosísimo disparo de Bergwijin, que se había escabullido del marcaje de Navas.