¡Guerra en Nápoles!: Sarri amenaza con largarse

Sarri está hasta las narices de su presidente

Sarri está hasta las narices de su presidente / EFE

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Una semana después del partido contra el Real Madrid, la brecha entre Maurizio Sarri y Aurelio de Laurentiis sigue abierta y parece que nadie dará puntos de sutura en los próximos días. Es más, la idea de que a final de temporada el actual técnico del Nápoles haga las maletas no es totalmente descartable.

El 3-1 del Bernabeu hizo que De Laurentiis vertiera toda la responsabilidad de la derrota en la táctica elegida por el técnico ‘azzurro’ y en la actitud de alguno de sus futbolistas.

Esto provocó un ‘silenzio stampa’, es decir: ningún miembro del Nápoles habla con los medios de comunicación, tampoco se pronuncian en redes sociales. Algo que Pepe Reina desobedeció después de la victoria 1-3 ante el Chievo Verona con un tuit en el que destacaba el triunfo de todo el equipo, en mayúsculas.

Pero tal y como desvela la Gazzetta dello Sport, el enfrentamiento entre presidente y entrenador no se inició en Madrid, sino en Nápoles el pasado 29 de enero. En aquel partido, los ‘partenopei’ no lograron superar a un Palermo en zona de descenso.

Con el 1-1 final, De Laurentiis recriminó los cambios realizados por Sarri. La respuesta del técnico fue tajante: ¡Me voy! No fue el único. Cristiano Giuntoli, director deportivo, cansado de las limitaciones que impone el presidente, también amenazó con abandonar el conjunto napolitano.

A día de hoy, Sarri tiene contrato hasta 2020, pero existe una cláusula de rescisión de dos millones de euros que cualquier otro club podría pagar para hacerse con los servicios del preparador.

En esta guerra, De Laurentiis se ha quedado solo. Jugadores y staff están con Maurizio. Además, el sentimiento en la ciudad es unánime: las críticas públicas del máximo dirigente están fuera de lugar.

Prueba de ello fue la pancarta exhibida en el sector visitante del Bentegodi que rezaba “De Laurentiis, bufón”. Faltan dos semanas para la vuelta de Champions en San Paolo y el ambiente no es el idóneo para una remontada épica.