Insaciable Messi

Leo afronta la recta final de la temporada más motivado que nunca. Y no le faltan razones. Colectivas y personales. El mejor jugador del mundo aspira a sumar más títulos a los tres que ya acumula en el presente ejercicio y a romper todos los registros habidos y por haber en el capítulo anotador. Su `hambre¿ es voraz.

Pasa por un momento de juego muy dulce. Así lo dicen los números: 51 goles en 44 partidos. A dos de su mejor marca personal una temporada (53, la 2010-11) y a cuatro del récord histórico de César (235) puesto que la Pulga acumula ya 231. Leo, aunque va partido a partido, tiene muy presente que en esta campaña puede seguir ascendiendo más. ¿Puede superarse? Sí. Tiene frentes abiertos, a título individual y comunal: Ganar la Champions. El alirón en la competición europea dejaría al Barça como primer equipo capaz de ganar dos ediciones consecutivas tras el cambio de denominación (1992-93).

Más retos. Ahora particular. Un gol más en Champions le dejaría como máximo goleador, superando a Van Nistelrooy, que marcó 12 goles en la edición del 2002-03. Leo ya igualó esta cifra la pasada temporada. Tiene, por lo menos, dos partidos por delante para mejorarla. Y aún más: En Liga lleva 31 goles, por lo que se encuentra a solo 4 de ser el mejor realizador del Barça en un ejercicio. Ya llegó a las 34 dianas el curso 2009-10, las mismas que había hecho el brasileño Ronaldo en la edición 1996-97. ¿Más motivos para no levantar el pie del acelerador? Los que quieran: A por el cuarto Balón de Oro, llegar a los 19, 20 o 21 títulos...