LA ENTREVISTA

Carlos Luria: "Si Cervantes viviera hoy, sería seguidor del Barça"

Se cumple el IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. Carlos Luria novela los seis días que pasó en Barcelona el padre del Quijote

Luria novela los seis días que pasó en Barcelona el padre del Quijote

Luria novela los seis días que pasó en Barcelona el padre del Quijote / sport

toni frieros

¿Está documentado que Cervantes vivió en Barcelona?

Sí, aunque los historiadores no se ponen de acuerdo en qué año fue.  Cervantes estaba literalmente enamorado de Barcelona. 

¿Qué le lleva a pensar eso?

Es la única ciudad que aparece en todo El Quijote, amén de La Mancha, obviamente. Y tiene mérito que le dedique palabras de elogio a Barcelona porque El Quijote es una obra profusa.

¿Y sabe el porqué de ese enamoramiento?

Sí. La Ciudad Condal, gracias a los romanos, estaba muy bien estructurada urbanísticamente. Y sostengo la teoría, no demostrada, que se enamoró perdidamente de una mujer. Y porque tenía mar...

Como otras muchas ciudades...

Él vino a Barcelona porque huía de Madrid ya que, en un duelo, hirió a un arquitecto real. Eso era como herir al propio Rey, Felipe II. La condena era, o bien le cortaban la mano derecha o lo enviaban a galeras a remar. Por eso huyó. Vino a Barcelona porque quería coger una nave que le llevara a Italia.

¿Cómo era Cervantes?

Tenemos la imagen de que El Quijote es un tostón. Y no es así. Es un libro de risas. Cervantes inventó la novela moderna. La gente no lo sabe y es injusto.

Reparemos esa injusticia...

Cervantes era un cachondo, golfo, espadachín, mujeriego que tuvo hijos no reconocidos, ladrón, bebedor, truhán. Y encima escribió El Quijote. Lo empezó estando en la cárcel de Sevilla.

¿Qué diría Cervantes si nos viera hoy en día?

¡Cosas veredes, amigo Sancho! Que no hemos cambiado tanto en 400 años.

¿Usted cree?

Hemos avanzado en higiene, en tecnología, en muchas cosas, pero en lo esencial, en lo humano, estamos igual.

Corrupción, picaresca...

Exacto. Y guerras, terrorismo, hambre... Pocos ricos, muchos pobres. Cervantes fue muy pobre,  menospreciaba a los gandules y admiraba el esfuerzo y la honestidad.

¿Quién sería El Quijote en la actualidad?

Los bomberos que fueron a Lesbos a ayudar a los refugiados... Todos aquellos que dedican su vida al prójimo. El Quijote era la quintaesencia del hombre generoso. Un caballero andante.

¿Dulcinea?

Aunque no existe, la coloco en Barcelona. Todos tenemos nuestra Dulcinea.

¿Y Sancho Panza?

La mano de obra barata, los becarios, los que ganan poco dinero. Por cierto, ¿sabe una cosa?

Dígame...

Si Cervantes viviera hoy en día, sería seguidor de dos equipos de fútbol.

Vaya, de dos...

Sí, del Alcalá de Henares por razón de nacimiento... y del Barça.

¡Del Barça!

Por razones sentimentales. Era un hombre muy tolerante por su origen judío. Sería la cara amable del deporte. Sabría ganar y perder. Y ese ADN lo tiene el Barça. Cervantes escribió “al bien nacer jamás le falta premio”.  

Es cierto, preciosa frase...

Por eso también sería fan de Leo Messi, Marc Gasol, Rafa Nadal: “Cada uno es artífice de su propia aventura”, dijo.  Él ensalzaba a quienes se lo han ganado con el sudor de su frente.

Un idealista...

Mucho. Creía en las buenas personas, por eso escribió que “incluso en el infierno seguro que hay buena gente”.

Un genio, sin duda...

Uno de los grandes personajes de la historia, a la altura de William Shakespeare. Lástima que naciera en España.

¿Por qué dice eso?

Aquí no se le ha hecho justicia. En Estados Unidos ya habrían hecho tantas películas sobre su obra y milagros que ríete tú de Indiana Jones y su saga. Cervantes no era un tostón. Era un tío molón que conocía el alma humana a la perfección.

Murió pobre...

Un pobre miserable, sí, que nunca vio un duro por El Quijote a pesar de que se tradujo al inglés y se vendió en toda Europa como churros.

¡Ay si hubiera sido futbolista...!

Habría sido millonario.