El Barça se estrelló en Da Luz antes de ganar sus dos primeras Champions

El Barça visita este martes el nuevo Da Luz donde ya pasó apuros en sus anteriores visitas, en las que fue incapaz de conseguir el triunfo. Sin embargo, la senda de la victoria acabaría acompañando a los azulgrana después de sus visitas al feudo de las 'águilas', ya que en esas mismas temporadas se proclamarían campeones de Europa, tanto en 1992 como en 2006.

Las sensaciones antes de sus dos anteriores visitas eran ligeramente similares. El 'Dream Team' arrastraba detrás suyo el longevo y doloroso legado de la triste final de Sevilla de 1986, mientras que el Barça de Rijkaard quería enterrar definitivamente la dramática sequía de títulos de la 'era Gaspart', después de conquistar la Liga un año antes. Ambos equipos habían desatado la ilusión de la parroquia azulgrana al conquistar una Liga tras cinco años de sequía en el campeonato doméstico y Europa era un marco inmejorable para dar el salto de calidad definitivo.

1991/92: Un punto agridulce en la carrera hacia Wembley

11 de dicembre de 1991. Tras el 'milagro de Kaiserslautern' en los octavos de final, el Barça de Cruyff se plantaba en Da Luz después de haber sufrido para derrotar al Sparta de Praga en el Camp Nou en la primera jornada de la liguilla de cuartos de final. Un buen resultado en Lisboa dispararía las opciones azulgrana de colarse en la gran final de Wembley.

A pesar de que Cruyff dispuso un once más conservador de lo habitual, el Barça se quedaría a las puertas del triunfo. Los azulgrana cuajaron un primer tiempo espectacular, en el que Stoichkov se erigió como un auténtico puñal en el costado izquierdo del ataque culé. Hasta tres clarísimas ocasiones tendría el búlgaro para batir a un Neno que se convertiría esa noche en el ídolo local.

Cruyff dio toda una lección táctica a Eriksson, que buscaba necesariamente sumar un triunfo ante el 'Dream Team', sin embargo, los azulgrana solo pasarían algunos apuros en los minutos finales. La apuesta por tres marcadores como Nando, Serna y Juan Carlos y reforzar el mediocampo con Koeman, Guardiola, Eusebio y Witschge acabó funcionando y el Benfica acabó generando escaso peligro para tranquilidad de Zubizarreta.

El punto cosechado en el antiguo Da Luz podía saber a poco por las ocasiones generadas pero permitiría al Barça liderar en solitario su grupo y afrontar con tranquilidad la espera de la reanudación de la competición europea en el mes de marzo, donde dos triunfos consecutivos ante el Dinamo de Kiev y la victoria final en la última jornada en el Camp Nou ante el propio Benfica abrirían de par en par las puertas de Wembley.

2005/06: Sin botín tras un asedio desesperante

El Barça se plantó en los cuartos de final de la Champions 2005/06 con la moral por las nubes. Los azulgrana fueron capaces de dejar atrás en la ronda anterior al todopoderoso Chelsea de José Mourinho, ante el que habían caído eliminados un año antes, también en octavos de final. El Benfica, a pesar de haber dado la sorpresa ante el vigente campeón de la competición -el 'spanish Liverpool' de Rafa Benítez-, no debía suponer un gran escollo para alcanzar las semifinales de ese año, y un buen resultado en el nuevo estadio Da Luz podía dejar prácticamente vista para sentencia dicha eliminatoria.

El guión del partido fue fiel a lo previsto y el Barça gozó de multitud de ocasiones de las botas del tridente formado por Ronaldinho, Eto'o y Larsson. Incluso Van Bommel y Deco, titulares aquella noche en la medular junto a un joven Iniesta, también dispusieron de varias opciones claras para adelantar a los azulgrana. Sin embargo, Moretto, meta del Benfica esa noche, desbarató multitud de ocasiones, mientras que otros disparos se toparon de bruces con los postes de la portería.

El inmerecido empate a cero en Da Luz acabó obligando al Barça a sufrir en el partido de vuelta. El gol de Ronaldinho en los compases iniciales del encuentro no calmó los ánimos del equipo ni de la grada ya que un tanto de los portugueses dejaba fuera a los azulgrana. Habría que esperar hasta el final del tiempo reglamentario para que Eto'o se tomase su particular venganza de Moretto e hiciera subir al marcador el 2-0 definitivo que desataba la euforia en el Camp Nou y acercaba un poco más la soñada final de París.

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