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Maradona y árbitros, qué ojo tenéis

Albert Masnou

CLAVE 1. Sensacional Pérez Lasa al ver las manos de Leo Messi y de Alexis Sánchez en la jugadas de los tantos anulados al argentino y al chileno. Tiene una vista de lince. Eran muy difícil de ver y hay que aplaudir al colegiado por esta decisión, una demostración de que siguió desde muy cerca la mayoría de las jugadas del partido del Calderón. Es también una muestra de que los árbitros, si quieren, lo pueden ver todo. Es entonces cuando uno echa la mirada atrás y recuerda las manos que le han birlado al Barcelona y que le han costado muchos puntos. Los detalles a los que se refiere Guardiola para analizar la distancia con el Madrid son los árbitros. El problema es que los árbitros, si condicionan tanto la Liga, no acaban siendo detalles.

CLAVE 2. Maradona jugó al fútbol como nadie pero una cosa es tener instinto y otra saber interpretar este deporte. Quien ha sido jugador tiene más posibilidades de ser luego un buen entrenador. Sin embargo, la ciencia no es exacta. Como jugador, Diego fue lo nunca visto hasta la aparición de Leo Messi; como entrenador no logra aplicar su creatividad que tenía con el balón en los pies. Ha dirigido al Deportivo Mandiyú, Racing Club, selección argentina y Al Wasl sin ningún título en su palmarés. Es un quiero y no puedo. No logró darle un equipo a Messi en el Mundial 2010 y ahora se las da de analista sobre porteros. Después de la actuación de ayer de Valdés, lo mejor que puede hacer Maradona es callarse. Fue un comentario “muy malo”.

CLAVE 3. Messi rescató al Barcelona cuando iba camino de dejar escapar la Liga. Una genialidad para sacar del atolladero a un equipo que se encontró con un terreno en pésimas condiciones y con un rival que puso tanto ímpetu como faltas cometidas. Genial el delantero y genial el entrenador en la sala de prensa donde dejó titulares por doquier. Puso presión al Madrid porque esta Liga solo la pueden perder los blancos y recordó todos esos favores que ha sido objeto el conjunto blanco. Guardiola debió ver el partido de Vallecas donde tuvo una muestra más de que la Liga está así por deseo arbitral. Cuando no es una mano no señalada, es un penalti no visto o una expulsión pasada por alto. Habrá campeón por decreto, no por falta de rival.