El canterano verdinegro impacta en la ACB

Vives: El base que intentaba imitar a Ricky encandila en la Liga

El canterano es el jugador más valorado del FIATC Joventut con una media de 12,7 puntos, 6,7 rebotes y 5,7 asistencias

Maite Antón

En ocasiones la vida te reta de manera inesperada y te ofrece esa gran oportunidad con la que siempre habías soñado. En ese momento no valen las dudas, sino que hay que aceptar el desafío y demostrar lo que uno es capaz de hacer. Guillem Vives tenía a priori el rol asignado de segundo base en el FIATC Joventut hasta que la marcha en verano de Albert Oliver convirtió al catalán en la primera opción para la dirección verdinegra. Todo un reto que el base está llevando a cabo con éxito con una naturalidad y unas tablas sorprendentes. El ADN verdinegro vuelve a dejarse ver en la Liga Endesa de la mano de otro joven canterano formado en la inagotable fábrica de talentos del Joventut. En solo tres partidos se ha erigido en el mejor valorado de la Penya (15,3) con unos excelentes números: 12,7 puntos, 6,7 rebotes y 5,7 asistencias.

El pasado sábado ante el Gipuzkoa no solo lideró el primer triunfo del FIATC Joventut en la Liga sino que, además, logró unas estadísticas (16 tantos, 11 rebotes y 6 asistencias) que ningún jugador antes había logrado a su edad: 20 años. “Solo intento hacer todo aquello que me pide Salva Maldonado, hacer jugar bien a mi equipo y disfrutar en la pista”, asegura Vives, quien ante todo busca imponer ese “ritmo rápido y alegre” que es marca de la casa en Badalona.

Un estilo de juego que tiene muy bien asimilado. No en vano, llegó al club en 2005 y ha ido pasando por todas las categorías hasta debutar en septiembre del año pasado en la Liga. Ahora vive ese sueño con el que fantaseaba tanto en la pista como en las gradas del Olímpic viendo triunfar a otros canteranos. “Es un orgullo. Estoy cumpliendo un sueño que tenía desde pequeño y si encima lo hago jugando bien, entonces ya es una alegría inmensa”, explica.

Confiesa que más que idolatrar a grandes bases, es más de quedarse “con pequeños detalles” que puedan ayudarle a ser mejor en su posición, y sus directores de juego predilectos solo podían ser... de la Penya. “Ricky Rubio era una referencia para mí y para toda la cantera. Hacía cosas con la pelota que eran pura magia y yo las intentaba imitar en los entrenamientos”, recuerda el base, quien también admira a Raül López y agradece a Albert Oliver todo lo aprendido junto a él.

Guillem, quien compagina el baloncesto con la carrera de psicología, no es de ponerse grandes objetivos y considera que el FIATC Joventut solo debe centrarse en “ganar el máximo de partidos y hacer un baloncesto que enganche al Olímpic”. Aun así, el barcelonés no esconde que, puestos a pedir algún deseo, le encantaría tener la oportunidad esta temporada de “ir a la Copa o jugar los play-off”.  Por el momento, ya disfrutó de la “motivación especial” que siempre se tiene en un duelo de rivalidad histórica como el del Barça y espera la visita de otros grandes como el “Unicaja o el Real Madrid”. Es su momento, lo está viviendo a tope y su futuro es prometedor. La Penya ha vuelto a demostrar que su fórmula funciona.