Fue una sensación muy extraña. En el minuto 67 del partido entre el Barça y el Mallorca, durante una posesión aparentemente estéril, una ovación atronadora, estruendosa, inundó el Camp Nou. El motivo de los vítores no tenía nada que ver con lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego, donde los de Xavi Hernández mandaban cómodamente (2-0), sino con lo que ocurría en la banda. Ansu Fati inició los ejercicios de calentamiento y a los seguidores culés se les dibujó una sonrisa en el rostro. El heredero del ‘10’ estaba a punto de regresar más de 100 días después de lesionarse. Y el estadio blaugrana revivió unas sensaciones que no sentía desde el doloroso adiós de Leo Messi. Hay méritos que solo abarcables para los escogidos.

Ansu Fati: reaparición ilusionante en un Camp Nou entregado (leer noticia)