Ser campeona olímpica conlleva mucha presión. No sólo hay que mantener el nivel, sino que también hay que hacer frente a las expectativas del público y de los medios de comunicación. Además, enfrentarse a nuevas aspirantes que están deseando ocupar su lugar. Todo esto puede llegar a ser muy abrumador, como comenta la campeona olímpica de 100m vallas, la estrella puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn.
Tras su última victoria en la Diamond League de Estocolmo habló sobre cómo se sentía antes del Campeonato Mundial que se disputará en Eugene del 15 al 24 de julio, dejando claro que la carga que conlleva ser campeona olímpica de 100 metros vallas no es algo que pueda tomarse a la ligera.
“Es una batalla mental”
Jasmine Camacho-Quinn compartió su visión sobre lo que es tener esta enorme responsabilidad y cómo lidia con la presión durante la competición. “Es una batalla mental”, dijo la atleta de Puerto Rico.
“Cada vez que sales, escuchas: ‘Es la campeona olímpica’. La presión que viene con eso, tienes que estar a la altura. Llegué al punto en que me digo a mí misma: ‘Solo concéntrate en lo que estás haciendo porque al final del día sigues siendo campeona olímpica’.
“Siento que todo lo que hice el año pasado fue bastante grande, especialmente con los tiempos que hice. Es mi primer Campeonato Mundial. Estoy tratando de tener la misma mentalidad que tenía el año pasado antes de los Juegos Olímpicos. Espero que llegue cuando llegue a Eugene. Espero tener un poco más de adrenalina”.
Ha ganado 8 de 10 carreras
A día de hoy Camacho-Quinn llega al campeonato en el tercer lugar del ranking mundial con los 12.37 que registró en la reunión de la Wanda Diamond League en Roma el 9 de junio, detrás de la poseedora del récord mundial Kendra Harrison y Alaysha Johnson, con 12.34 y 12.35.
Johnson también le aguó la fiesta a la campeona olímpica en el Clásico Internacional de Atletismo de Puerto Rico, celebrada en la ciudad de Ponce a principios de mayo, al cruzar la meta del estadio Francisco “Montaner” en 12.50 segundos, silenciando a las miles de personas que asistieron al evento. Camacho-Quinn, propietaria del récord olímpico, terminó en segunda posición en 12.52 segundos.
El año ganó todas las pruebas, excepto una de clasificación, logrando los cinco mejores tiempos del año y una marca personal de 12,27 PB en la semifinal de Tokio. Ahora la atleta se encuentra en Estados Unidos preparando la gran cita del año, afinando la técnica y pequeños detalles en palabras de su entrenador, John Coghlan.
