Una fisioterapeuta, dos graduadas en magisterio y una estudiante de medicina nos hicieron vibrar durante 42’58” en la madrugada del 24 de julio de 2022 en el relevo 4×100 como no nos atrevíamos ni a soñar.
¿Y cómo olvidar esto?
¿Y cómo no emocionar ni emocionarse?
¿Y cómo no poner de ejemplo esta madrugada en la que una fisioterapeuta, dos graduadas en magisterio y una estudiante de medicina se hicieron legendarias?
Y la leyenda perdurará dentro de 20 años.
Maribel Pérez dirigirá entonces su propia clínica de fisioterapia en Sevilla y en ella nos recibirá una impresionante fotografía de ese día, de esa madrugada: la madrugada del 24 de julio de 2022 en Oregon (EEUU): ella y sus tres compañeras.
Paula Sevilla será profesora de educación física en su pueblo, en La Solana, donde tendrá una calle a su nombre.
A Sonia Molina-Prados la imagino como jefa de estudios en un instituto impartiendo justicia y esfuerzo.
Y Jaël Bestué, sin dejar de lado la música, trabajará de médica y los pacientes le dirán:
-Yo me acuerdo de usted, doctora, de cuando corría y de cómo corría. Qué barbaridad.
-Gracias.
Y ellas, que tendrán descuidado ese grupo de whattssap en el que están ellas y solo ellas, en el que se lo cuentan todo y nada más que todo; ellas siempre se acordarán de esa voz, la voz de Maribel, la imperativa voz de la sevillana:
-Grabad esto.
Y ellas, las cuatro, se mirarán al espejo y se dirán como hemos cambiado.
Pero las fotografías les impedirán olvidar y cada aniversario las nuevas generaciones de periodistas volverán a preguntarles.
Y ellas recordarán que todo empezó con Sonia, siguió con Jaël y continuó con Paula y terminó con Maribel.
Y fueron 42’58” segundos que durarán para siempre.
Mientras en España hacia un calor inigualable, esto sucedió en Oregón (EEUU), en el relevo 4×100, donde estas cuatro chavalas nos recordaron que en la vida existe algo más importante que la lógica: la imaginación.
Y en el verano de 2022 ellas tenían las manos tan rápidas como las piernas: quintas del mundo.
Quizá dentro de 20 años ya será diferente: ya no tendrán esa maravillosa rebeldía y sus motivaciones habrán cambiado quién sabe hasta dónde.
Paula y Sonia llegarán a casa muchos días agotadas de tratar a chavales en clase; Jaël se desahogará con la música y el 24 de julio de 2042 Maribel estará pensando en las vacaciones de verano.
Si entonces yo tuviese que llamarle, le diría:
-Corrieron las cuatro como si no hubiese mañana.
Y ella me dirá que fue todo tan maravilloso; que la perseverancia es tan maravillosa y se acordará de su tío, su entrenador, su ángel de la guarda, el hombre que supo sacar petróleo a sus condiciones, acompañarla hasta al cielo en 2022.
Y Sonia se acordará de que ella empezó a correr detrás de las liebres y los conejos de niña cuando acompañaba a su padre al campo, que era ganadero.
Y Paula se acordará de Candelaria (su abuela) y esa fotografía, que muestra en su whattssap en la que ella mira a los ojos a su abuela (que falleció en 2015), y quien sabe si esa fotografía seguirá ahí impertérrita y sabia.
Y entre las dos se seguirán confesando al oído:
-Soñar despiertas, yaya; soñar despiertas.
Y Jaël Bestué, quién sabe dónde estará Jaël Bestué, a lo mejor hasta está en ‘ Go talent’ ( ojos que miran con ilusión siempre).
Desde aquí sólo pido no olvidar esto, que la memoria nunca sea frágil y que nadie guarde el secreto a las nuevas generaciones.