En Tokio, Yuki Kawauchi asombró al mundo del atletismo por la forma en que irrumpió en la escena de Maratón. Lo que más sorprendió fue que Kawauchi no pertenecía a ningún equipo, ni tenía patrocinadores, como buen corredor popular se había pagado la inscripción para correr por autosatisfacción, alejado de las estructuras federativas. Antes de Tokio había corrido cinco maratones, y en cuatro había terminado en la enfermería. En esta ocasión, a mitad de carrera se vino arriba y rebajó en casi cuatro minutos (2:08:37 ) su marca del año anterior , 2h12.36, para caer igualmente desplomado en la línea de llegada.
Trabaja como administrativo en Kasukabe High School, dependiente del Gobierno de la Prefectura de Saitama, y gracias a sus gestas se ha convertido en todo un referente del atletismo popular mundial.
En diciembre corrió en Fukuoka. Fue tercero con un tiempo de 2:09:57. Dos semanas después, en lugar de descansar, desafió el manual de buenas prácticas y corrió otra maratón en Hofu, entrando segundo con 2:12:33.
Mañana estará en la línea de salida de Tokio para intentar bajar de 2:07:00 y clasificarse para las Olimpiadas. Ante él tendrá 36.000 corredores y una leyenda, el etíope Haile Gebrselassie que centra sus esfuerzos en recuperar el récord mundial de maratón y acreditar mínima para Londres .
También estará Oscar, el colaborador más ilustre de la Bolsa del Corredor (72 kilos.com) que se encuentra en tierras niponas en vísperas de su debut en la distancia.
Foto portada: hashiee