Primer mérito de Francia: llegar los octavos de final. Un objetivo fácil, asequible, mínimo, pero maldito. Los últimos tres campeones del mundo no lo consiguieron. Italia (2006) cayó en la fase de grupos de Sudáfrica, España (2010) fue eliminada en Brasil y Alemania (2014) desapareció a la primera, como ahora, la verdadera señal de que los tiempos están cambiando. Francia (2018) sigue en pie.

Szczesny, los brazos de Lewandowski (leer noticia)