Todo estaba dispuesto. La Cibeles vallada, el ambiente festivo en el Bernabéu y un madridista de pro como Rafa Nadal haciendo el saque de honor. El Real Madrid necesitaba solo un punto para ser campeón y delante, solo podía evitarlo un Espanyol cuya última victoria en feudo blanco seguirá datando de 1996. No hubo campanada blanquiazul y el Real Madrid inscribió la Liga número 35 a su palmarés con un equipo plagado de suplentes y las fuerzas intactas de cara a la visita del Manchester City.

El Madrid conquista la Liga a medio gas y las fuerzas intactas de cara al City (leer noticia)